La firma de Juan Carlos Argüello, conocido como ‘Muelle’, seguirá presente en la antigua vía de la Cava Alta en el barrio de La Latina, en la capital. Durante las obras de rehabilitación de un edificio, esta firma apareció de forma casual y ahora será restaurada para destacar en la fachada una vez más. La Comunidad de Madrid ha decidido financiar la restauración y conservar la obra del primer grafitero de España y símbolo de la Movida Madrileña.
Realizado con rotulador sobre el enfoscado del edificio que hace esquina con la calle Toledo, se encuentra un grafiti rudimentario que dice ‘Muelle’, marcado por una flecha en espiral. A simple vista, podría parecer una de las muchas pintadas que decoran las calles del centro. Sin embargo, esta obra pertenece a uno de los pioneros del arte urbano en España. La firma estuvo oculta durante mucho tiempo y salió a la luz hace unas semanas durante las obras de rehabilitación del edificio.
Dadas las malas condiciones de conservación y el riesgo de daño adicional debido a las obras en el edificio, la Comunidad de Madrid ha decidido actuar para preservar y restaurar este grafiti. El Consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Mariano de Paco, ha destacado esta iniciativa como una muestra del compromiso del Gobierno regional con la defensa del Patrimonio de la región. Además, ha elogiado «la receptividad y sensibilidad de los vecinos, conscientes del valioso tesoro cultural encontrado en las fachadas de sus hogares».
Reconocido como un símbolo de la Movida Madrileña, Juan Carlos Argüello desarrolló su arte entre 1965 y 1995. Comenzó a pintar en su barrio natal, Campamento, donde creció y se desarrolló. Pronto, su firma característica se extendió por todas las calles de la capital. A pesar de ello, solo se conservan otras dos obras del autor, una en la calle Montera y otra en la Cárcel de Yeserías.
Los trabajos realizados, que han revelado esta obra callejera, consistieron en la sustitución de varias bajantes de tuberías en mal estado. La ubicación de una de las bajantes justo detrás del grafiti y el estado deteriorado de la pared complican las tareas de conservación. Aún no se sabe cómo abordará el Gobierno regional esta cuestión. En la fachada, podrían aplicarse técnicas de conservación similares a las utilizadas en la calle Montera, donde el Ayuntamiento de Madrid intervino para detener el deterioro y mantener la pintura intacta.