Desde que se planteó la construcción de un cantón de limpieza en el barrio de Montecarmelo (Fuencarral-El Pardo) por el Ayuntamiento de Madrid, las críticas no han cesado. Los vecinos se oponen a la infraestructura de gestión de residuos de 10.000 m2, cerca de tres centros educativos, el cementerio de Fuencarral y viviendas. La Asociación de Amigos de Brigadistas Internacionales alertó sobre una posible fosa común en estos terrenos con 451 cuerpos de la Guerra Civil. El Ayuntamiento contrató una empresa de geofísica para determinar anomalías en el terreno.
El área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad está analizando el informe entregado a los técnicos municipales. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, indicó que tomarán decisiones según el contenido del informe. El ministro Ángel Víctor Torres pidió la paralización de las obras ante la posibilidad de brigadistas enterrados. La portavoz del Partido Socialista en Madrid destacó que el informe desmiente al delegado de Urbanismo.
La empresa Gama-Geofísica explicó que la geofísica permite encontrar anomalías en el terreno, pero no proyecta imágenes. Descubrieron anomalías, sin poder determinar su naturaleza. La única forma de confirmar una fosa común es trabajando bajo tierra. El Ministerio realizó sondeos arqueológicos en febrero, pero el Ayuntamiento no concedió el permiso necesario.

Los trabajos podrían cambiar la ubicación del cantón si se confirma la presencia de una fosa común. La Plataforma No al Cantón de Montecarmelo pide una reubicación consensuada. La Asociación de Amigos de Brigadistas Internacionales demanda excavaciones para avanzar en el estudio de las brigadas internacionales en España.
Se busca dignificar a las personas fallecidas en 1936 y trasladadas a una fosa común en 1941. La Asociación reclama que se convierta la parcela en un lugar de entierro digno para las víctimas encontradas.