La Comunidad de Madrid y los ayuntamientos se encargan de controlar y vigilar las colonias de mosquitos y garrapatas para evitar la proliferación de enfermedades como la leishmaniasis y el dengue. Se realiza un seguimiento de la fauna y se aplican tratamientos larvicidas para controlar la sobrepoblación de estas especies.
Los principales vectores que se vigilan en la región son el mosquito tigre y el flebótomo, responsables de transmitir enfermedades como el dengue y la leishmaniasis humana. También se monitorea el virus zika, garrapatas y el mosquito Culex vectoa, transmisor de la fiebre del Nilo occidental.
El Plan de Vigilancia y Control regional se encarga de monitorizar la prevalencia de estas infecciones, colocando trampas en áreas estratégicas para su detección. Las muestras recolectadas se analizan en colaboración con universidades y centros de investigación para comprobar su infectividad.
Según la Consejería de Sanidad, el 28% de las enfermedades emergentes en personas se transmiten por vectores, cuyo crecimiento se ve favorecido por el aumento de las temperaturas. Por ello, es necesario un riguroso seguimiento del control para prevenir la aparición de nuevos casos.
En el caso de la leishmaniasis humana, zonas como Fuenlabrada, Leganés, Humanes de Madrid o Getafe son focos potenciales donde se ha detectado un aumento de infecciones desde 2010. Durante 2023 se registraron 43 casos de esta enfermedad, cuya principal vía de transmisión es la picadura de un pequeño mosquito de color amarillo.
Preocupación por una infección autóctona
El aumento de la temperatura media en la Comunidad de Madrid ha favorecido la proliferación de insectos como el mosquito tigre, que se detectó por primera vez en la región en 2018. Aunque por el momento no se han detectado infecciones autóctonas, es importante prestar atención a los indicadores para prevenir la transmisión de enfermedades.

Durante las épocas cálidas, las zonas de agua estancada son focos de proliferación de mosquitos, por lo que se recomienda usar repelente al pasear por estas áreas. Es fundamental evitar que el agua se estanque en recipientes al aire libre para prevenir la reproducción de estos insectos.