El Gobierno no ha revisado el plan energético en nueve años, a pesar de su importancia para evitar apagones.

Distrito
6 Min Read

Las últimas estadísticas de importaciones de gas, correspondientes a diciembre, muestran que Rusia es el segundo mayor proveedor de gas de España. A lo largo del año, ocupa el tercer lugar, representando el 18,3% de la cuota total. En unos diez años, España dejará atrás la energía nuclear, que actualmente constituye el 20% de la generación eléctrica, mientras persisten las dudas sobre si se lograrán los ambiciosos objetivos en cuanto al almacenamiento. Mientras tanto, España lleva sin presentar la Estrategia de Seguridad Energética desde 2015, nueve años.

El Gobierno no ofrece información sobre este tema, y el principal partido de la oposición (el PP) está presionando en el Congreso de los Diputados con varias preguntas para conocer el estado de este informe crucial para la seguridad energética del país.

La Estrategia de Seguridad Energética de 2015 se realizó durante el gobierno popular de Mariano Rajoy y constaba de 29 folios. Según la descripción, era un documento esencial para «desarrollar las previsiones establecidas de la Estrategia de Seguridad Nacional con respecto al ámbito de la seguridad energética, con el objeto de orientar la acción del Estado con visión anticipatoria, sobre la base de la singularidad energética de nuestro país».

En 2020, una orden del Consejo de Seguridad Nacional aprobó la revisión de la estrategia de 2015. Un año después, el informe anual de Seguridad Nacional indicó que el Comité especializado de seguridad energética había comenzado a revisar la estrategia de 2015. Al año siguiente, en el informe de 2022, se eliminó el capítulo de «seguridad energética» por el de «vulnerabilidad energética».

El último plan vigente.

Nuclear y almacenamiento

El Gobierno se ha comprometido a eliminar la energía nuclear en un poco más de diez años en favor del almacenamiento, según se desprende de su Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). Esta fórmula genera dudas incluso dentro del gestor del sistema, Red Eléctrica, que teme apagones por el fin de una tecnología que hoy aporta el 20% de la generación eléctrica de forma constante durante todas las horas del día.

Fuentes del PP subrayan la importancia de la seguridad energética «para ayudar a la seguridad del suministro y a la seguridad energética en cuanto a una autonomía de país». Dentro del sector, algunas voces alertan sobre la situación de las redes eléctricas: «Las subestaciones están sobrecargadas, con vertidos de energía de en torno al cincuenta por ciento. La red eléctrica tampoco está en condiciones de asumir toda la energía renovable que se está produciendo».

Comité de expertos

El pasado 4 de febrero, el PP solicitó información sobre uno de los comités encargados de supervisar la actualización de la Estrategia de Seguridad Energética. Según la orden de 2020, se establecieron dos comités (uno de la Administración y otro independiente) para revisar la estrategia. Más de tres años después, esta sigue sin conocerse.

A esta situación se le añade que el Gobierno lleva desde marzo de 2023 (diez meses) sin hacer un seguimiento a su plan de contención, conocido con el nombre de ‘Plan Más Seguridad Energética’. Un conjunto de medidas que se diseñaron para reducir el impacto económico tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia. El foco principal estaba en reducir la dependencia de España con el hidrocarburo del Kremlin.

En la orden del Consejo de Seguridad Nacional de 2020 se establecen dos comités (comité técnico de representantes de la administración y el comité de expertos independientes) bajo la coordinación del Departamento de Seguridad Nacional para elaborar un borrador de propuesta para la revisión de la estrategia nacional de seguridad energética. El borrador de propuesta de revisión debe ser presentado al Comité Especializado de Seguridad Energética del Consejo de Seguridad Nacional, cuya presidenta es la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen.

A pesar de los ambiciosos planes del Ejecutivo para desarrollar las energías renovables, con el objetivo de alcanzar una independencia energética, la realidad actual muestra una notable falta de autonomía. Las importaciones de gas desde Rusia han aumentado, siendo España uno de los principales clientes del hidrocarburo del Kremlin. Por otro lado, nuestra relación con Argelia desde el cambio diplomático del Gobierno con respecto al Sáhara Occidental se ha deteriorado, convirtiéndose Italia en su nuevo gran socio. Además, la todavía frágil interconexión con los franceses, siempre recelosos de la idea de acabar con la condición de isla energética de España en Europa, agrava esta situación.



Fuente (para controlar el refrito): https://theobjective.com/economia/2024-02-05/nueve-anos-sin-revisar-plan-evitar-apagones/

Share This Article