En París, una epidemia de ratas se ha desatado debido a las lluvias primaverales, los trabajos para los Juegos Olímpicos y el aumento del turismo. Esta plaga afecta a los habitantes de la aglomeración parisina y ha generado controversias contra la alcaldía y a favor de los roedores.
Según una empresa contratada por la alcaldía, en París hay aproximadamente 1,75 ratas por habitante. Incluso lugares emblemáticos como Notre-Dame y la iglesia de Saint-Germain-des-Prés se ven afectados por esta plaga.
En zonas como Montmartre o el barrio de Saint-Germain-des-Prés, el comportamiento de los turistas dificulta la erradicación de las ratas. La basura abandonada, las necesidades no controladas y los contenedores abiertos atraen a estos roedores.
Lugares emblemáticos, invadidos por los roedores
Los trabajos para los Juegos Olímpicos han aumentado los focos de atracción de las ratas, que también reciben ayuda de grupos ecologistas. La asociación Paris Animaux Zoopolis aboga por la convivencia con las ratas, argumentando que matarlas no es la solución.
La alcaldía ha implementado un programa de desratización, pero las estrategias de lucha contra esta plaga no son consistentes entre la alcaldía y los distritos, lo que ha llevado a críticas sobre su eficacia.
Algunos distritos proponen involucrar a los ciudadanos en la denuncia de comportamientos irresponsables, mientras que la alcaldía sugiere medidas como limitar el acceso a la basura, reforzar la limpieza y aplicar sanciones más severas a quienes arrojen comida en la calle. Sin embargo, la epidemia sigue creciendo.
