El doctor Álvaro Sánchez Ferro, coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología (SEN), advierte que el número de afectados por la enfermedad de Parkinson en España podría triplicarse en los próximos 25 años debido al envejecimiento de la población. Actualmente, alrededor de 160.000 personas en España padecen esta enfermedad neurodegenerativa, que afecta al 2% de la población mayor de 65 años, al 4% de los mayores de 80 años y al 15% de las personas menores de 50 años.
Además de la edad, otros factores como la inactividad física, el aislamiento social y el control inadecuado de factores de riesgo vascular pueden predisponer a las personas a padecer la enfermedad de Parkinson. Esta enfermedad crónica y progresiva se caracteriza por la reducción de la capacidad del cerebro para producir dopamina, lo que afecta al movimiento y al equilibrio.
Los síntomas más comunes incluyen temblores, rigidez muscular, lentitud en el movimiento y problemas de equilibrio. También pueden presentarse síntomas no motores como la pérdida del olfato, cambios de humor, depresión, alteraciones del sueño y problemas cognitivos. Es importante estar atentos a los primeros signos de la enfermedad, que pueden variar en cada persona.
La incidencia de la enfermedad de Parkinson es mayor en hombres que en mujeres, y las diferencias de sintomatología entre ambos sexos también han sido observadas. A pesar de esto, con un tratamiento y manejo adecuado, muchas personas con Parkinson pueden llevar una buena calidad de vida durante muchos años después del diagnóstico. Es fundamental avanzar en la investigación de una cura y mejorar los servicios destinados a los pacientes afectados por esta enfermedad.
En cuanto a los tratamientos disponibles, actualmente se centran en aliviar los síntomas de la enfermedad. Se están investigando nuevas terapias más efectivas, como la terapia génica y la inmunoterapia, para tratar de detener la progresión de la enfermedad. Es necesario seguir avanzando en la investigación y mejorar los recursos disponibles para atender a los pacientes con Parkinson.