Hola a todos, soy Mar Sanchez-Ferrero, y hoy quiero hablar sobre la procrastinación. En un principio, mi plan era escribir un artículo para el blog cada semana, pero siempre surgía algo «más importante» que hacer. Ya sea un proyecto de terapia con arte que ocupaba mucho tiempo o la expansión de mi método Inteligencia Infantil Activa para niñas y niños de 6 a 12 años, siempre encontraba una excusa para procrastinar.
¿Qué es la procrastinación?
La procrastinación proviene del latín pro + crastinare, lo que significa «dejar para después». ¿Pero por qué lo hacemos? A nivel psicológico, tememos al fracaso. Partes instintivas de nuestro cerebro no han evolucionado al ritmo de la modernidad, identificando el miedo como un riesgo para nuestra vida. Por lo tanto, nos persuade a evitar riesgos innecesarios para mantenernos vivos, incluso si esto significa estancarnos.
Según el psicólogo Joseph Ferrari, «La procrastinación no es un problema de manejo del tiempo, es un problema de regulación emocional». Esto significa que postergamos tareas no porque no sepamos gestionar nuestro tiempo, sino porque no sabemos manejar nuestras emociones frente a esas tareas.
El miedo al fracaso es uno de los principales motivos de la procrastinación. Al no arriesgarnos, evitamos la posibilidad de fracasar. Por lo tanto, posponemos el inicio de algo eternamente o hasta el último momento posible. Aunque suene absurdo, es el patrón con el que opera nuestro cerebro. La buena noticia es que, al igual que cualquier otro software, siempre es posible actualizarlo.
Para dejar de procrastinar, es importante reconocer nuestros miedos, enfrentarlos y cambiar nuestra narrativa interna. Como mencionó Carl Jung, «Aquello a lo que te resistes, persiste». En otras palabras, mientras más evitamos una tarea, más grande y amenazante parece.
Es esencial modificar nuestra percepción del fracaso. Muchas veces, la procrastinación se alimenta del miedo a no ser perfectos. Como dijo Thomas Edison, «No he fracasado. He encontrado 10,000 formas que no funcionan». Cada error y fracaso son oportunidades de aprendizaje y crecimiento. Entonces, ¿por qué no empezar lo que deseas y ver qué ocurre?

6 consejos para dejar de procrastinar y motivarte a la acción
Aquí te dejo algunos consejos prácticos para dejar de procrastinar y ponerte en acción:
1. Divide y vencerás:
Divide tus tareas en pequeños pasos manejables. Completar partes pequeñas te dará una sensación de logro y te motivará a seguir adelante.
2. Establece plazos realistas:
Asigna fechas límite para cada tarea, incluso si no tienes una externa. Esto te ayudará a mantener el ritmo y evitar la procrastinación indefinida.
3. Elimina distracciones:
Identifica y elimina las distracciones que te impiden concentrarte. Cierra redes sociales, silencia tu teléfono y crea un espacio de trabajo libre de interrupciones.
4. Usa la técnica Pomodoro:
Trabaja en bloques de tiempo, típicamente de 25 minutos, seguidos de un breve descanso. Esta técnica te ayudará a mantener la concentración y evitar el cansancio.
5. Recompénsate:
Bríndate pequeñas recompensas por completar tareas. Esto refuerza positivamente tu comportamiento y te motiva a seguir adelante.
6. Visualiza el éxito:
Imagina cómo te sentirás al completar tus tareas y alcanzar tus metas. Visualizar el éxito puede aumentar tu motivación y ayudarte a superar la procrastinación.
Conclusiones
Elige la Acción, Elige Crecer. Te invito a optar por la acción, el movimiento y el crecimiento. Puede que falles en el camino, pero cada error es una oportunidad de aprendizaje y crecimiento. El fracaso es inevitable si no comienzas, así que atrévete a empezar lo que deseas y ver qué sucede. Recuerda, «el viaje de mil millas comienza con un solo paso» (Lao Tsé). ¡Da ese primer paso hoy y descubre todo lo que puedes lograr!
