¿Te imaginas aplicar el dicho de flojito y cooperando en situaciones como estas? ¿Puedes visualizarte enfrentando esas emociones y momentos incómodos sin buscar una distracción inmediata?
No es fácil encontrarse en realidades que resultan desagradables. Sentir la necesidad de un cambio porque aquello que una vez fue placentero o normal ahora resulta pesado, pierde su propósito en nuestra vida y comienza a generar una sensación de pesadez. A menudo no sabemos de dónde proviene, solo reconocemos que estamos ansiosos, tristes, melancólicos o experimentando alguna otra forma de agobio.
Consejos para superar un bajón emocional
Enfrentar estas emociones desagradables nos permite sintonizarnos con la brújula que guía a nuestro cuerpo, es decir, las emociones que nos indican el camino a seguir y cuál no. Nuestras emociones y pensamientos se generan por diferentes causas, nuestro cuerpo actúa como una antena que constantemente emite y recibe información. Por lo tanto, a veces es posible que esos estados emocionales no nos pertenezcan, sino que estén relacionados con las situaciones que afectan a las personas a nuestro alrededor. Los seres humanos somos complejos y nuestros niveles de interconexión son sorprendentes.
De acuerdo con la teoría de los campos morfogenéticos, cuando un bebé se está formando en el útero, resuena no solo con la información de su madre, sino también con la de los ancestros de sus padres biológicos. Es así como puede heredar patrones de pensamiento, comportamientos, hábitos, etc., de ambos lados de la familia.
Por lo tanto, mi recomendación para superar un bajón emocional es explorar diariamente el espacio de la pregunta, identificando si lo que sentimos realmente nos pertenece, analizando qué aspectos de nuestra vida nos hacen sentir expandidos o limitados. Al sintonizarnos constantemente con la pregunta, rompemos la identificación absoluta que hemos creado con nuestras emociones y pensamientos, transformando estos estados y convirtiéndonos en magos que juegan con los elementos a su alcance. Entendemos que nuestra mente está acostumbrada a ver la realidad de una cierta manera y por eso no nos permite permanecer en esos estados durante mucho tiempo. Escuchamos a nuestra mente, pero también la ponemos de lado, ya que su función es pensar y ofrecer ideas, las cuales a veces son aliadas y otras veces son saboteadoras internas.
Por ello, el mago busca la magia en su vida, se sorprende constantemente y evita caer en la rutina de forma rígida. Se permite explorar lo que lo hace sentir pleno, sin convertirlo en una salvación. El mago toma justo lo necesario de su realidad y naturaleza, reconociendo sus necesidades y satisfaciéndolas, pero evitando apegos y excesos. Entiende el peligro que implican estos últimos y sabe el riesgo que supone colocar su bienestar en manos externas. Se compromete a aprender a calibrar su brújula, entendiendo que no existen caminos absolutos. Su meta es transformar su realidad con lo que tiene disponible e integrar cada vez más posibilidades.

Conclusiones
La pregunta aquí es: ¿De qué elementos disponemos? ¿No los estamos viendo o no queremos verlos? ¿Nos aferramos a una imagen obsoleta de nosotros mismos? Nuestra mente necesita rejuvenecerse y la contracción es una petición para abrir espacio a lo nuevo. Por lo tanto, debemos permitir un poco de caos que sacuda nuestro mundo, moviendo las bases que ya no funcionan y desechando la información que no nos pertenece y que un día adoptamos como propia.
Los bajones emocionales son la oportunidad para examinarnos a nosotros mismos, pero también para darnos cuenta de la ayuda que nos rodea para superarlos. Debemos reconocer nuestros avances, desarrollar la capacidad de asombrarnos por las cosas bellas de nuestra vida y tomar decisiones que cambien la energía, como levantarnos de la cama, desayunar algo diferente, estar en contacto con nuestras emociones, bailar o escribir. ¿Y qué sucedería si integramos estas prácticas a diario? Nos convertiríamos en una persona capaz de enfrentar los bajones emocionales y evitar que tengan un impacto significativo en nuestro día a día.
Fuente (para controlar el refrito): https://psicologiaymente.com/psicologia/como-salir-de-un-bajon-emocional