Los efectos del cambio al horario de verano en la salud cardiovascular

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MADRID, 2 Mar. (EUROPA PRESS) –

El horario de verano consiste en adelantar los relojes 1 hora en primavera para aprovechar mejor las horas de luz disponibles, siendo en España el último fin de semana de marzo. Existen preocupaciones sobre si este cambio horario puede tener efectos negativos en la salud, como eventos cardiovasculares, debido a las alteraciones en el ritmo circadiano.

Diversos estudios previos han sugerido conexiones modestas entre las transiciones de horario de verano y un aumento en la incidencia de accidentes cerebrovasculares isquémicos y hospitalizaciones por fibrilación auricular. Sin embargo, en cuanto al infarto agudo de miocardio, los resultados han sido inconsistentes.

Ante esta controversia, investigadores de la Clínica Mayo en Estados Unidos se propusieron investigar esta asociación y, hasta el momento, los datos preliminares indican que el impacto probablemente sea mínimo.

En un estudio a nivel nacional, los investigadores utilizaron un modelo estadístico avanzado para examinar posibles vínculos entre el horario de verano y problemas cardiovasculares graves, como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. La muestra incluyó a 36.116.951 adultos de 18 años o más en la mayoría de los estados de EE.UU. (excluyendo Arizona y Hawaii, donde no se observa el horario de verano).

Se enfocaron en la semana posterior a la transición del horario de verano de primavera y otoño, cuando los relojes se adelantan o retrasan una hora. «Analizamos cinco años en EE.UU. y encontramos que es poco probable que haya una diferencia clínicamente significativa en la salud cardiovascular debido al horario de verano», señaló Benjamin Satterfield, becario de enfermedades cardiovasculares y autor principal del estudio.

Durante el estudio, se registraron 74.722 eventos cardiovasculares adversos durante las transiciones de horario de verano de primavera y otoño. Estos eventos se documentaron cuando una persona fue hospitalizada con un diagnóstico principal de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular, shock cardiogénico o paro cardíaco.

«Estos eventos cardiovasculares son condiciones de salud comunes, por lo que nos preguntamos si esto es mayor de lo esperado si no se hubiese realizado la transición del horario de verano», agregó Satterfield.

La práctica del horario de verano varía en todo el mundo, con países que adelantan o retrasan el reloj en diferentes fechas e incluso algunos que no observan la práctica en absoluto.

En el estudio de la Clínica Mayo, se observó un ligero aumento estadístico en las tasas de eventos cardiovasculares los lunes y viernes posteriores a la transición del horario de verano de primavera, pero en general, no se consideró clínicamente significativo.

Los investigadores argumentan que el propósito original del cambio de horario era adaptar las actividades sociales y laborales a las horas de luz y ahorrar energía al utilizar menos luz artificial. Subrayan que no es necesario realizar cambios en el horario de verano por preocupaciones sobre la salud cardíaca.

«Al decidir si abolir el horario de verano, no es necesario tener en cuenta preocupaciones sobre la salud cardíaca», destacó Bernard J. Gersh, cardiólogo y autor principal del estudio.

Aunque los investigadores mencionan que el debate sobre el horario de verano incluye otros aspectos de la salud, como su impacto en la salud mental y las tasas de accidentes automovilísticos.

Fuente (para controlar el refrito): https://www.infosalus.com/salud-investigacion/noticia-asi-afecta-salud-cardiovascular-cambio-horario-verano-20240302082953.html

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