Un equipo de la Universidad de Ginebra y los Hospitales Universitarios de Ginebra (Suiza), en colaboración con investigadores del Hospital Charité Berlín (Alemania), ha descubierto que las personas con esquizofrenia tienen dificultades para discriminar entre diferentes niveles de recompensa, lo que afecta su motivación para realizar actividades diarias. Publicado en la revista ‘Brain’, este hallazgo abre la puerta a posibles tratamientos como la estimulación cerebral y la terapia dirigida.
La esquizofrenia, que afecta alrededor del 1% de la población, se caracteriza por diversos síntomas, incluida la apatía y la falta de motivación. Según el catedrático Stefan Kaiser, estas dificultades impactan en la vida diaria de las personas con esquizofrenia, ya que les dificulta continuar con sus estudios, mantener empleos y establecer relaciones sociales. A pesar de que los antipsicóticos no tienen efecto en la motivación, los tratamientos potenciales sugeridos por este estudio podrían marcar la diferencia.
A través de resonancia magnética, los científicos investigaron las respuestas neuronales de personas con esquizofrenia en comparación con personas sin trastornos mentales. Reclutaron a 152 voluntarios para participar en un juego de recompensa en un escáner de resonancia magnética y observaron la activación de sus regiones cerebrales. Los resultados mostraron que las personas con esquizofrenia tenían una menor activación cerebral en comparación con el grupo de control, especialmente cuando la recompensa era baja.
Estos resultados sugieren que las personas con esquizofrenia tienen dificultades para adaptarse al contexto de recompensa, lo que afecta su capacidad para evaluar y responder a las gratificaciones cotidianas. Esto podría explicar la apatía y falta de motivación asociadas con este trastorno. Las posibles vías terapéuticas incluyen la psicoterapia centrada en la percepción de la recompensa y el placer, así como la estimulación cerebral no invasiva.
Aunque estas técnicas son prometedoras, todavía deben validarse en ensayos clínicos antes de su aplicación clínica. Los investigadores están entusiasmados con las posibilidades que estos hallazgos abren para el tratamiento de la esquizofrenia y esperan seguir investigando en esta dirección.