En cierto momento de nuestra vida, nos cuestionamos lo que estamos haciendo, si nos gusta dónde estamos y cómo estamos, y es en ese momento cuando decidimos hacer cambios. Es un punto de inflexión y de partida, donde creemos que hemos llegado al fondo y que todo parece acabar; sin embargo, es el mejor momento de nuestra vida porque finalmente nos cuestionamos, lo cual marca el inicio de la transformación personal. Muchas de las respuestas no son las que esperábamos. La diferencia es que antes no nos deteníamos a pensar, solo actuábamos de forma automática, pero ahora tenemos un despertar de conciencia que nos lleva a trascender.
Me siento perdida: ¿qué puedo hacer para encontrar el rumbo?
El simple acto de cuestionarnos es el más transformador, ya que nos permite detenernos, evaluar y seguir adelante o realizar cambios para vivir de manera más consciente. En muchas ocasiones, comenzamos con la carrera que estudiamos porque nos dijeron que era la mejor opción. Elegimos esa carrera y esa universidad basándonos en opiniones a una edad temprana, sin considerar realmente lo que nos apasiona. Ahora, a los 30 años, nos preguntamos qué es lo que realmente nos gusta y nos apasiona.
Además, muchas personas llegan a un punto en sus vidas donde se sienten profundamente frustradas, especialmente en el ámbito laboral. Esto se relaciona con la decisión temprana de seguir estereotipos sociales y cumplir con las expectativas de los demás, lo que conduce a perder la esencia personal y trabajar en un lugar que no nos satisface, con un sueldo que no nos hace felices y rodeados de personas con las que no nos identificamos.
Por eso, es importante reflexionar y evaluar nuestra propia felicidad, si nos encontramos en una zona de confort que ya no nos resulta cómoda, es el momento de decidir cómo queremos vivir los próximos años. «Eres el creador de tu propia realidad», por lo tanto, lo que suceda al final del año será el resultado de nuestras decisiones. Nuestras creencias limitantes a menudo nos impiden avanzar debido al miedo, la intolerancia a la incertidumbre y la incomodidad.

La rueda de la vida
Estos aspectos se abordan en terapia psicológica, donde he acompañado a personas durante más de 12 años en su proceso de crecimiento personal. Siempre volvemos al punto de qué hacer con nuestras vidas, y la autoevaluación es el primer paso. Por ello, comparto un ejercicio valioso: «La rueda de la vida», que ayuda en el autoconocimiento. Imagina tu vida como una pizza dividida en 10 partes, cada una representando una área de tu vida:
- Crecimiento personal
- Negocio/estudios
- Familia
- Salud
- Amigos
- Recreación/diversión
- Amor
- Contribución
- Finanzas
- Espiritual
Analiza cada área y puntúala del 1 al 10, donde 1 significa que le dedicas poco tiempo o importancia, y 10 es todo lo contrario.
Reflexiona sobre qué has estado «pensando, sintiendo y haciendo» para obtener resultados insatisfactorios en esa área. Anota tus reflexiones y pregúntate sobre su origen y cómo te sientes al reconocer públicamente que esa área no está funcionando como deseas.

Conclusiones
Este ejercicio te brinda una visión clara de dónde te encuentras y te sirve como punto de partida. Te recomiendo profundizar en terapia psicológica, donde recibir acompañamiento te ayudará a establecer objetivos claros, elaborar un plan para alcanzarlos y superar los obstáculos que te impiden avanzar. Estoy aquí para acompañarte en este proceso.
Cuando éramos niños éramos buenos observadores pero malos intérpretes, lo que significa que a menudo sacábamos conclusiones basadas en información incompleta o interpretaciones erróneas. En la infancia, muchas veces carecimos del apoyo emocional adecuado, lo que nos llevó a malinterpretar situaciones y a sentir críticas, indiferencia y desatención como algo negativo. Estas experiencias dejaron heridas emocionales que nos acompañan en la vida adulta. Es crucial abordar este aspecto en terapia psicológica si deseamos un cambio significativo, ya que a menudo actuamos desde nuestro niño interior herido.
