La psicóloga y directora de SAFE Psicología nos acompaña para dialogar sobre la terapia de pareja. Cuando ambos miembros de una relación reconocen que algo no funciona y necesita ser abordado, la terapia de pareja se presenta como una esperanza sólida. Este tipo de tratamiento psicológico ayuda a mejorar la comunicación, resolver conflictos y ver los problemas desde otra perspectiva, trabajando juntos para superarlos. Es precisamente de esto de lo que hablaremos con nuestra invitada hoy.
Entrevista con Esther Jiménez García, directora de SAFE Psicología
Esther Jiménez García es psicóloga y directora de SAFE Psicología, especializada en terapia EMDR, terapia de pareja, Sexología Clínica y Terapia Sistémica. Visita Psicología y Mente para responder algunas preguntas comunes sobre el mundo de la psicoterapia de pareja.
¿Qué te atrajo de la terapia de pareja para dedicarte a ella?
Siempre he sido consciente de la importancia de nuestras relaciones en nuestra salud. Las relaciones que tenemos desde la infancia moldean nuestra percepción del mundo y de nosotros mismos. Al empezar mi consulta, notaba cómo la manera en que nos relacionamos influye en nuestra salud. Al ver a tantas personas atrapadas en relaciones que les causan sufrimiento y no saben cómo salir de ese círculo vicioso, ser parte de la solución me parecía una idea fantástica.
En la terapia de pareja, podemos trabajar directamente con ese vínculo y presenciar los cambios en tiempo real. Me fascina ver cómo una pareja que estaba mal logra reconciliarse y crear nuevas formas de funcionar juntos.
Desde tu experiencia, ¿cuáles son los principales motivos por los que la gente acude a terapia de pareja?
Creo que la base es la desconexión y la pérdida de seguridad. Esto se manifiesta de diversas formas como infidelidad, deterioro de la vida sexual, conflictos constantes, problemas con las familias de origen, entre otros. Pero en el fondo, generalmente encuentro a dos personas que solían quererse intensamente y ya no se reconocen. Ya sea por distanciamiento o falta de seguridad en la relación.
Por eso, considero que el objetivo principal de la terapia de pareja es restablecer la sensación de seguridad en la relación y ayudarles a reconectar. Creamos bases sólidas para construir una nueva relación.

¿Cuándo no tiene sentido acudir a terapia de pareja, a pesar de los problemas en la relación?
No tiene sentido si no están dispuestos a trabajar en ello. El proceso de la terapia de pareja es complejo pero gratificante, requiere esfuerzo. Aunque a veces uno de los miembros no esté convencido, si hay algo de curiosidad y voluntad de mejorar la relación, podemos trabajar juntos.
Además, como psicóloga, hay situaciones en las que considero que la terapia de pareja no es la prioridad y se necesita abordar el caso de otra manera. En esos casos, se lo comunico a los pacientes y buscamos soluciones juntos.
¿Cuándo se recomienda combinar la terapia de pareja con la psicoterapia individual convencional?
En muchos casos es útil, ya que cada uno tiene sus propias experiencias y a veces los problemas de pareja no son la única fuente de sufrimiento. Por ejemplo, alguien con ansiedad podría beneficiarse de una terapia individual. Si los profesionales que llevan las terapias de pareja y individual se coordinan, será más fácil alcanzar los objetivos.
¿Cómo se relacionan los problemas de pareja y la sexualidad?
No diría que se solapan, sino que son aspectos indivisibles. La sexualidad es parte de la relación de pareja y se ve afectada cuando hay problemas en la relación. Por eso abordamos la pareja en su totalidad, considerando todos los aspectos implicados. La sexualidad puede vivirse de manera diferente en cada miembro de la pareja, por lo que trabajamos para encontrar un equilibrio para ambos. El objetivo es encontrar satisfacción en todas las áreas de nuestra vida, tanto en la pareja como en lo sexual.
¿Cómo se percibe la mejora en la relación a través de la terapia?
Observo los pequeños detalles que indican que la pareja está intentando cambiar. Pero sobre todo, me fijo en los momentos en los que la pareja se comprende mejor, se mira con curiosidad y compasión, reconociendo aspectos desconocidos en su pareja. Según mis pacientes, notan menos conflictos y más interacciones agradables entre ellos.
