En Madrid, las mujeres, las personas mayores y los pacientes con inmunosupresión son más propensos a sufrir infecciones fúngicas al tomar antibióticos, según la doctora Natalia Cárdenas, coordinadora de Urgencias del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario de Madrid. Esto se debe a que tienen una inmunidad más débil, lo que limita su respuesta a las infecciones. En el caso de las mujeres, la flora vaginal mixta y el ambiente húmedo favorecen el crecimiento de hongos al tomar antibióticos.
Los antibióticos son eficaces contra las bacterias, pero no contra virus. Su uso inadecuado puede generar resistencias y complicaciones. Los efectos secundarios de los antibióticos incluyen problemas gastrointestinales y alteraciones en la microbiota intestinal que pueden favorecer las infecciones fúngicas.
Para prevenir estas infecciones, es importante fortalecer la microbiota intestinal con probióticos durante el tratamiento antibiótico. El manejo de las infecciones fúngicas varía según la ubicación y gravedad del caso, y puede requerir tratamientos locales o sistémicos junto con probióticos para restablecer la microbiota y la respuesta inmunológica.