El ejercicio físico tiene efectos positivos en el cerebro y el estado de ánimo, lo que nos hace sentir mejor. Ana Isabel Sanz explica por qué esto sucede.
En la actualidad, el ejercicio físico se posiciona como una fuente de felicidad y bienestar. Cada vez más personas buscan alternativas para mantenerse activas y liberar estrés, lo que tiene un impacto positivo en la salud mental.
¿Cómo influye el ejercicio físico en nuestra felicidad? Según Ana Isabel Sanz, psiquiatra y psicoterapeuta, la actividad física mejora el flujo sanguíneo al cerebro, estimula la producción de neurotransmisores beneficiosos y reduce la inflamación del tejido nervioso.
Las endorfinas, por ejemplo, son neurotransmisores clave que regulan el estado de ánimo y reducen el dolor. A mayor circulación de endorfinas, menor ansiedad y síntomas depresivos.
Además, el ejercicio aumenta la actividad cardíaca, lo que influye positivamente en la energía y el estado de ánimo. También puede reducir la inflamación del tejido nervioso, disminuyendo el riesgo de desarrollar patologías mentales como la depresión.
No hay un deporte ideal para ser feliz, ya que la percepción de bienestar es subjetiva. Sin embargo, actividades como los deportes de equipo, el bajo impacto y el contacto con la naturaleza pueden ser recomendables para mejorar la salud mental.
La actividad física beneficia principalmente a problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad, estimulando la plasticidad de las neuronas y reduciendo la inflamación del sistema nervioso.
Es importante no obsesionarse con el ejercicio, ya que buscar una figura corporal específica puede tener efectos negativos en la salud mental. La clave está en entender la actividad física como parte del autocuidado y no como una obligación.
En resumen, el ejercicio físico no solo nos hace más felices, sino que también nos brinda herramientas para afrontar los desafíos diarios y aumentar nuestra resiliencia.
