Si estás leyendo este texto, es probable que estés lidiando con la ansiedad. La clave radica en aprender a manejarla y relacionarse con ella. Aquí es donde entra el mindfulness, una forma de atender a la ansiedad y recuperar el bienestar emocional sin depender de ansiolíticos. La ansiedad no se controla, se gestiona.
Mindfulness: terapia contra la ansiedad
Los animales sienten miedo, pero no experimentan ansiedad. La ansiedad es un sentimiento, mientras que el miedo es una emoción. Este es un punto crucial a considerar. Las emociones son reacciones automáticas e inconscientes al momento presente. Cuando alimentamos con nuestros pensamientos el miedo y nos preocupamos en exceso por lo que pueda ocurrir en el futuro, el miedo se convierte en ansiedad. Los humanos nos preocupamos por anticipado, nos desconectamos del presente y anticipamos un futuro catastrófico que solo existe en nuestra mente.
Por otro lado, el mindfulness consiste en entrenar la mente para estar consciente del momento presente, sin juzgarlo y aceptándolo tal como es. Esto nos libera de la prisión de la mente, permitiéndonos reconciliarnos con la ansiedad.
La ansiedad tiene la función de alertarnos sobre situaciones que nos generan miedo. Sin embargo, cuando luchamos contra ella, nos enfocamos en el efecto más que en la causa. En lugar de ser una aliada, la ansiedad se convierte en enemiga.
El mindfulness nos enseña a aceptar y convivir con la ansiedad, demostrándole que somos capaces de manejarla. Cuanto más luchamos contra ella, más fuerte se vuelve. Es así como aprendemos a hacer las paces con nuestra ansiedad, reconciliándonos con ella.

Entrenando la mente
Para arraigarnos en el momento presente y entrenar la mente en mindfulness, podemos utilizar las siguientes herramientas. Realizar actividades diarias lentamente, prestando atención a los detalles a través de los cinco sentidos, es útil para este propósito. Otra estrategia es caminar de manera consciente, observando el cambio de peso de una pierna a otra y el movimiento armonioso del cuerpo.
Es importante prestar atención a la respiración, sin tratar de modificarla, dado que la respiración siempre está en el momento presente y puede tener efectos relajantes. La meditación STOP es útil para contrarrestar los pensamientos abrumadores. Además, sentarse en silencio y observar la respiración también puede ser beneficioso.
Al practicar estas técnicas, la mente se prepara para enfrentar la ansiedad de manera saludable, creando una nueva relación con ella. El mindfulness nos permite evitar matar al mensajero, aceptando el mensaje que la ansiedad intenta entregarnos.

Fuente (para controlar el refrito): https://psicologiaymente.com/meditacion/que-puede-hacer-mindfulness-por-mi-ansiedad