El Palacio Real de Madrid tiene su origen en el siglo XVIII, cuando el rey Felipe V decidió construir un nuevo palacio en el mismo lugar donde se encontraba el antiguo Real Alcázar de Madrid, destruido por un incendio en 1734. Tras esta tragedia, el monarca quiso erigir un edificio más moderno y espacioso.
Las obras duraron varios años y finalizaron en 1764, ya durante el reinado de Carlos III. El palacio destaca por su imponente fachada barroca y su interior impresionante, que alberga una extensa colección de obras de arte, tapices y muebles históricos. Aunque popularmente se le conoce como Palacio de Oriente, especialmente en Madrid, ninguna de sus caras está orientada hacia el este. ¿Cómo surgió entonces este nombre?
Palacio de Oriente, un nombre prestado
A pesar de que el palacio se ubica al oeste de la ciudad, su nombre parece sugerir una orientación hacia el este. Con una superficie de 135.000 metros cuadrados y más de 3.000 habitaciones, está rodeado por los Jardines de Sabatini al norte, la Plaza de Armas y la Catedral de la Almudena al sur, la Plaza de Oriente al este y el Campo del Moro al oeste. La clave está en la Plaza de Oriente, un espacio monumental con jardines y esculturas de reyes españoles.
Esta plaza, construida en 1844, recibió su nombre por su ubicación al este del palacio, conocido como Palacio Nuevo en ese entonces. Con el tiempo, el nombre de la plaza se asoció erróneamente al palacio, creando la idea equivocada de que este se encuentra en el este de Madrid.

Es importante destacar que ni el palacio ni la plaza se encuentran en el este de Madrid, sino que la plaza se construyó frente a la fachada oriental del Palacio Real. Aunque el nombre Palacio de Oriente es el más utilizado, no es la designación oficial ni la más precisa.
El Palacio Real, construido con la colaboración de destacados arquitectos de la época como Filippo Juvarra y Juan Bautista Sachetti, forma parte del Patrimonio Nacional Español. Este monumental edificio ofrece visitas tanto libres como guiadas durante todo el año, permitiendo acceder a los salones oficiales, la armería y la farmacia real.