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Las minas prehistóricas de Gavà, en Cataluña, descubriertas durante la década de 1970 y abiertas al público desde 1993, son un conjunto de galerías subterráneas de más de 6.000 años de antigüedad dedicadas a la extracción de minerales semipreciosos durante el Neolítico, un dato que se ha podido conocer gracias a la datación por radiocarbono.
Se trata del yacimiento minero más antiguo descubierto en Europa, y su exploración ha permitido durante décadas estudiar el ámbito socioeconómico de los habitantes prehistóricos de la Península Ibérica. En sus túneles y cavidades se han encontrado representaciones artísticas y todo tipo de materiales como la variscita, herramientas hechas con piedra, hueso o madera, o restos de objetos de cerámica que indican que la explotación de las minas podía haberse usado para fabricar joyas.
Sin embargo, nuevas investigaciones arqueológicas llevadas a cabo en la zona de Les Ferreres han sacado a la luz 3 accesos a la mina hasta ahora desconocidos, que se suman a los 21 ya detectados entre 2018 y 2021 en el marco del mismo proyecto, todavía en exploración. El yacimiento podría ser, por tanto, mucho más amplio de lo que se creía.
NUEVAS BOCAS PREHISTÓRICAS
Los proyectos arqueológicos en la zona de Les Ferreres, encabezados por la Institución Milà Fontanals de Investigación en Humanidades (IMF-CSIC) con la participación del Ayuntamiento y el Museo de Gavà, se encuentran en la recta final de su segunda etapa, que finalizará el próximo año 2025.
Además de la propia expansión del yacimiento, los nuevos accesos revelan información inédita sobre las técnicas mineras neolíticas: las bocas se encuentran al nivel del suelo y directamente ahechas sobre pizarras de variscita, a diferencia de los accesos de Can Tintorer, descubiertos décadas atrás, donde no se encontraron dichas pizarras cerca de la superficie sino en capas más profundas.
Esta premisa haría pensar a los expertos que la actividad minera del territorio habría podido empezar en la zona recientemente explorada, donde el mineral era más accesible, y su descubrimiento habría llevado a los pobladores neolíticos a seguir excavando en busca de afloramientos más profundos.
Se conoce que la variscita ya se comerciaba en el periodo neolítico, y gracias a los nuevos accesos se podrá explorar y obtener información sobre los orígenes de la actividad minera y el uso de los minerales en la joyería y el comercio durante la prehistoria.


Minas Gavà objetos
El arqueólogo del IMF-CSIC, Ferran Borrell, observa algunos de los objetos hallados en las minas junto a la alcaldesa de Gavà.
CSIC
PATRIMONIO CULTURAL NACIONAL
Encontrar toda la extensión de las minas es la mejor forma de poder preservarlas y asegurar que siguen siendo objeto de estudio para conocer más sobre nuestro pasado. Es por este motivo que las instituciones arqueológicas dedicadas a este proyecto seguirán investigando el yacimiento, que es un bien cultural de gran relevancia para el país y que permite no solo la observación sino también la difusión para que estos hallazgos lleguen al público.
MÁS ALLÁ DE LA MINERÍA
Además de la actividad minera neolítica, estos proyectos han descubierto que durante la Edad Contemporánea, hacia finales del siglo XIX y principios del siglo XX, el yacimiento fue usado con fines agrícolas. Dentro de áreas marcadas como zanjas de cultivos, se han localizado recipientes barnizados de un tamaño medio, semejantes a las ollas.