El Carnaval es una festividad anual muy esperada que llena las calles de colores, música y diversión, ofreciendo a todos la posibilidad de convertirse en cualquier cosa por un día o simplemente disfrutar del espectáculo. Es una celebración antigua que ha evolucionado y se ha extendido por todo el mundo, lo que dificulta determinar su verdadero origen.
Las festividades romanas en honor a los dioses Saturno o Baco, que incluían banquetes, bailes, disfraces y máscaras, fueron predecesoras del Carnaval. Con la imposición de la Cuaresma, estas fiestas paganas se mantuvieron como forma de compensación previa al inicio de la prohibición de comer carne. El término carnaval podría haber derivado de la expresión en latín «carnem levare», que significa «quitar la carne».
Durante la Edad Media, el carnaval permitía la crítica social dirigida a gobernantes, nobles o incluso la moral religiosa. Aunque no fue el único, la sociedad romana llevó a cabo este tipo de celebraciones, al igual que la Antigua Grecia, que veneraba principalmente a los dioses Pan y Dionisio. En el Antiguo Egipto, se celebraba una festividad en honor a la diosa de la fertilidad, Isis.
El Carnaval ha logrado sobrevivir al paso del tiempo y adaptarse a los cambios de la sociedad hasta llegar a la actualidad. Las tradiciones antiguas perduran en las festividades actuales, como en el uso de máscaras venecianas y en la intención de disfrutar sin medida antes de dar la bienvenida a la Cuaresma.
Fuente (para controlar el refrito): https://historia.nationalgeographic.com.es/a/origenes-carnaval_20827
