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Ofreciendo su reino a cambio de un caballo

Entre los caballos más famosos de la historia figura Bucéfalo, el corcel favorito de Alejandro Magno. Su nombre significa “cabeza de buey”, presumiblemente por el aspecto redondo y ancho de su cabeza.
Bucéfalo fue comprado por el padre de Alejandro, el rey Filipo II. Pero era un caballo muy temperamental y salvaje al que nadie conseguía domar. Solo su hijo lo logró, según la leyenda valiéndose de una argucia: se dio cuenta de que el animal se ponía en guardia al ver acercarse su sombra, por lo que le hizo girar de cara al sol. Así, pudo acercársele sin que el caballo viera su sombra (que quedaba justo por detrás suyo) y lo montó de un salto.
Se dice que entonces su padre le dijo: “Hijo, búscate un reino que sea igual a tu grandeza, porque Macedonia es pequeña para ti”. Desde aquel momento, Alejandro llevó a Bucéfalo siempre consigo hasta que murió en la batalla del Hidaspes, en el actual Punjab. Que lo montase siempre a pesar de su avanzada edad (tenía casi 30 años, siendo ya un caballo anciano) demuestra lo mucho que confiaba en él, pero también su temeridad al exponerlo al peligro y las fatigas.
Fuente (para controlar el refrito): https://historia.nationalgeographic.com.es/foto-del-dia/su-reino-por-caballo_20889