El arte ha estado históricamente vinculado al poder y a lo que la sociedad consideraba aceptable. A lo largo de la historia, los artistas han abordado temas como la homosexualidad, la identidad de género y la diversidad sexual, a pesar de que eran considerados «contraculturales».
En ocasiones, la representación de estos temas se utilizaba para señalarlos como «anormales» o «antinaturales», pero también hubo artistas, especialmente en la antigua Grecia y Roma o en el Renacimiento italiano, que eran abiertamente homosexuales y plasmaban esta faceta de su vida en sus obras.
Por tanto, numerosas obras de arte contienen referencias más o menos evidentes a la homosexualidad, desde la representación del martirio de San Sebastián, que se ha convertido en un símbolo gay, hasta las creaciones de genios como Miguel Ángel, Leonardo da Vinci o El Bosco.