El Real Monasterio de Santes Creus es una abadía cisterciense del siglo XII ubicada en la provincia catalana de Tarragona, en España, destacada por su valor histórico y monumental.
Sus inicios datan alrededor de 1160, cuando los linajes de Montcada y Cervelló, con la ayuda del conde Ramon Berenguer IV, otorgaron el terreno a un grupo de monjes provenientes de la abadía francesa de la Grand Selva con el deseo de que, al fundarse el monasterio, este pudiera servir como panteón familiar.
A orillas del río Gaià, con abundante agua, un extenso territorio por edificar y un entorno natural idílico, el monasterio fue creciendo alrededor de una iglesia preexistente, llegando a convertirse en uno de los más extensos e influyentes de la Corona de Aragón hasta su abandono en 1835.
Así, durante los siglos XIII y XIV, distintos nobles fueron enterrados en Santes Creus por decisión de los reyes Jaime II el Justo y su esposa Blanca de Anjou, sobre todo figuras que tuvieron un papel relevante en la sociedad feudal durante la Edad Media.
Recientemente, el complejo ha sido escenario de un sorprendente hallazgo de restos funerarios que se encuentran en extraordinario estado de conservación, pertenecientes a estos nobles catalanes de clase media y alta. Esto ha permitido iniciar un estudio arqueo-antropológico para conocer distintos aspectos de estos individuos y su vida cotidiana.
UN CONJUNTO FUNERARIO INESPERADO
Las obras de restauración y conservación del claustro gótico del monasterio iniciadas el pasado 2023 han sacado a la luz un conjunto de 6 sarcófagos que seguían un mismo modelo estilístico, y que no habían sido abiertos desde la última incorporación funeraria.
La decoración de los sarcófagos incluye heráldica que ha permitido determinar que se trata de nobles de las familias Cervelló, Cervera, Queralt, Puigvert y Montcada.

Santes Creus sarcófago
El hallazgo ha tenido lugar durante las obras realizadas en la galería norte del claustro gótico del monasterio.
Departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña
En su interior descansan los restos de 8 individuos distintos, de los cuales se ha podido extraer muestras de tejido humano y textil que, una vez analizadas, aportarán valiosa información sobre su identidad, el tipo de alimentación que consumían, si padecían alguna enfermedad o las condiciones en las que vivían o cuáles eran sus sistemas y rituales de entierro.
La Consejería de Cultura de la Generalitat de Cataluña ha destacado la importancia de usar las nuevas ciencias y tecnologías sobre el patrimonio para seguir conociendo nuestro pasado, en esta ocasión una parte importante de la historia medieval.
El equipo de investigación de carácter científico e histórico está liderado por la Agencia Catalana del Patrimonio Cultural del Departamento de Cultura, y en ella participa también la Fundación «La Caixa» a través de un programa de colaboración conocido como «Temps de Gòtic», que tiene el objetivo de recuperar 11 monumentos góticos del patrimonio catalán.

Santes Creus restos óseos
Los restos hallados se encontraban en muy buen estado de conservación, así como también los téxtiles que envolvían los cuerpos.
Departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña
UNA ESTRUCTURA De DISTINTOS PERÍODOS
Cerca del año 1774 empezaron las construcciones definitivas del complejo monástico alrededor de la capilla de la Santísima Trinidad, siguiendo un plano de construcción propio de los monasterios cistercienses, así como el estilo austero que caracteriza a la orden.
Durante esta primera etapa constructiva se edificó un claustro, la iglesia, la sacristía, una sala capitular y el locutorio. Justo encima de estos espacios se ubicaron los dormitorios de los monjes, finalizados ya en el siglo XIII.
En 1313, sin embargo, se empezó a construir un nuevo claustro que debía sustituir al anterior, y que se aparta del estilo cisterciense incorporando abundante decoración más propia del gótico de la Corona de Aragón.
Las épocas posteriores también contribuyeron a que esta joya medieval aúne estilos de distintos períodos, como su fachada romántica con vitral gótico, construcciones defensivas de finales del siglo XIV, o los retablos del siglo XVII que se encuentran en su interior.
Tras ser abandonado a partir de 1835, el monasterio ha sido recuperado y declarado monumento nacional en 1921, pasando a ser propiedad de la Generalitat de Catalunya. Su amplia estructura principal en forma de cruz se rodea de tres naves y cinco capillas anexas.
EL TRIÁNGULO DEL CÍSTER
Existen tres monasterios circenses de la misma época que fueron de gran importancia en Cataluña: Poblet, Vallbona de les Monges y Santes Creus, ubicados en una misma zona y conformando un triángulo entre ellos que se conoce como la Ruta del Císter.
La Orden del Císter, originada en Francia, es una orden religiosa contemplativa de la Iglesia Católica Romana, que se caracterizaba por su austeridad en todos los sentidos, desde su modo de vida hasta sus construcciones, que estaban pensadas para facilitar las necesidades cotidianas, buscando la conexión con el entorno natural.
El monasterio de Santes Creus es el más antiguo de los tres, y en las edificaciones alzadas durante su primera etapa se aprecia este estilo donde la arquitectura que hoy llamaríamos más minimalista predomina sobre la escultura y otras decoraciones.
Fuente (para controlar el refrito): https://historia.nationalgeographic.com.es/a/encuentran-restos-funerarios-nobles-catalanes-siglo-xiii-y-xiv-monasterio-santes-creus_20921