Ostia Antica, una antigua ciudad portuaria en la desembocadura del río Tíber, era el puerto principal de Roma. Desde la costa, a lo largo de la Vía Ostiensis, llegaban mercancías y personas a la bulliciosa localidad que funcionaba como puerto de la capital.
La leyenda cuenta que Ostia Antica fue fundada por Anco Marcio, el último rey de Roma, en el siglo VII a.C. Los edificios más antiguos que se conservan, como el castrum (campamento militar) y el Capitolium, datan del siglo III a.C. Posteriormente se construyó un templo dedicado a la Tríada Capitolina (Júpiter, Juno y Minerva).
En la actualidad, arqueólogos del Ministerio de Cultura italiano están excavando en la Regio I – Insula XV del yacimiento. Han descubierto un pozo frente al templo de Hércules con objetos datados entre los siglos I y II d.C., como cerámica, lámparas, vidrio, fragmentos de mármol y huesos de animales carbonizados.
Objetos rituales
El director del Parque Arqueológico de Ostia Antica, Alessandro D’Alessio, ha confirmado que se realizaban sacrificios de animales en el santuario. Se han encontrado objetos como un cáliz en forma de embudo tallado en madera y otras piezas que podrían haber sido utilizadas en rituales.
«El hallazgo de huesos carbonizados confirma que en el santuario se realizaban sacrificios de animales», ha manifestado el director del yacimiento.
El templo de Hercules, donde se han encontrado estos objetos, forma parte del complejo de culto Área Sacra, que data del siglo III a.C. y se encuentra cerca de un manantial llamado Aqua Salvia en la Vía della Foce.
En este lugar, los antiguos sacerdotes realizaban predicciones antes de las campañas militares.