Francesco Baracca: el piloto italiano que inspiró el emblema de Ferrari

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Nacido en 1888 dentro de una familia influyente (su padre era un rico financiero y su madre una condesa), Francesco Baracca siempre estuvo interesado por el mundo de la aeronáutica, y cuando en 1912 Italia empezó a formar su propia fuerza aérea fue uno de los primeros en alistarse. En dos años dominó totalmente el caza Niueport 11, por lo que cuando la primera guerra mundial estalló en 1914 ya se había convertido en un piloto consumado.

Su bautismo de fuego tuvo lugar al año siguiente en el frente del Isonzo, donde italianos y austríacos combatían apoyados por los aliados y Alemania. Baracca pronto destacó en los combates aéreos, logrando su primer derribo el 6 de abril de 1916. Ese fue el primer éxito de una gloriosa carrera militar en la que conseguiría acabar con 34 aparatos enemigos, convirtiéndose así en el mayor as del país.

Un caballero del aire

Pese a su sobresaliente habilidad, Baracca siempre era cortés con sus oponentes, pues nunca se encarnizaba con ellos una vez sus aviones habían sido abatidos y les estrechaba la mano cuando caían prisioneros.

Convertido en un ídolo nacional por sus victorias, Francesco recibió varias medallas de plata al valor y fue nombrado capitán de la 91º escuadrilla aérea en 1917. Baracca decidió convertir su nuevo mando en una escuadra de ases, formada con los mejores pilotos del país a imitación del “circo volador” alemán del Barón Rojo.


Ászpilóták

Ascendido a capitán, Francesco Baracca formó una escuadrilla de élite con los mejores ases de Italia (arriba).

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Durante esos dos últimos años de la guerra Baracca y los suyos se convirtieron en el peor enemigo de los austríacos, derribando 96 aparatos y tomando fotografías de sus posiciones para apoyar la guerra de desgaste que libraba bajo ellos el ejército.

Fue en ese período que el as decoró su nuevo caza SPAD S-XIII con el caballo rampante sobre fondo blanco de su familia, que se convirtió en un símbolo de victoria pese a la muerte de Francesco en el aire en 1918, ametrallado por un biplano austríaco a pocos meses de terminar la guerra.

De as a icono

Con la llegada de la paz Baracca fue homenajeado con varios monumentos, e incluso se le enterró en un sarcófago de bronce procedente de los cañones austríacos capturados. Su memoria permaneció viva a través de clubs de veteranos y entusiastas de la aviación, que lo tenían como modelo de conducta e inspiración.

SPAD S XIII (replica) I JONA   S 2445 Replica of the Francesco Baracca's WWI aircraft (21904504030)

SPAD S XIII (replica) I JONA S 2445 Replica of the Francesco Baracca’s WWI aircraft (21904504030)

Reconstrucción del caza SPAD S-XIII de Baracca, el avión con el que logró sus grandes victorias entre 1917 y 1918.

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No obstante, su conexión con Enzo Ferrari no llegó hasta 1923. El ingeniero acababa de ganar el gran premio de Savio a los mandos de un coche de diseño propio, y entre los asistentes a la carrera se encontraban los padres de Baracca. Fue la madre de éste, Paolina, quien le sugirió a Enzo adoptar la enseña de su hijo para tener suerte.

Ferrari 125 S

Ferrari 125 S

Algunos de los primeros automóviles de Ferrari, incluyendo el 125 S, con el caballo rampante sobre fondo amarillo.

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Fue así como Ferrari diseñó su iónico logotipo, cambiando el blanco por amarillo en honor a su Módena natal, e incorporando la bandera de Italia encima. Un escudo mundialmente famoso con un origen legendario y poco conocido.




Fuente (para controlar el refrito): https://historia.nationalgeographic.com.es/a/francesco-baracca-as-italiano-que-dio-origen-logo-ferrari_20837

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