En 1592, Miguel de Cervantes fue condenado a prisión en Castro del Río por vender trigo destinado a la armada de forma ilegal. Durante su encarcelamiento, comenzó a escribir «El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha». Como consecuencia, Castro del Río forma parte de la Red de Ciudades Cervantinas, que reúne a localidades con vínculos especiales con el escritor.
Cervantes llegó a Castro del Río en 1587 como comisario real de abastos para la armada. Fue acusado de vender 300 fanegas de trigo ilegalmente, lo que resultó en su encarcelamiento. Se cree que durante este tiempo escribió parte de «El Quijote». La localidad solicitó unirse a la Red de Ciudades Cervantinas, que promueve actividades relacionadas con Cervantes y su obra.
La solicitud de Castro del Río fue aprobada, lo que impulsa su proyecto cultural y turístico centrado en la historia local relacionada con el escritor. La incorporación ha sido bien recibida por las autoridades locales, quienes ven en ello una oportunidad para promover el legado histórico y cultural del pueblo. Además, esperan establecer colaboraciones con otras ciudades de la red para realizar actividades conjuntas.