· Lectura:
El Gobierno egipcio ha impulsado nuevo proyecto de restauración de la pirámide de Micerino, en la meseta de Giza, que está provocando una enorme polémica tanto en Egipto como en el mundo académico. Mientras que para su impulsor, el secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, Mostafa Waziri, se trataría de «proyecto del siglo», para otros es simplemente «absurdo».
Sea como fuere, un entusiasmado Waziri ha publicado en redes sociales un vídeo en el que muestra a varios operarios alineando bloques de granito en la base de la pirámide del faraón de la dinastía IV.
Pero ¿para qué?, ¿cuál es el propósito de este nuevo plan de restauración? Cuando fue construida, la menor de las tres pirámides de Giza, de 62 metros de altura, estaba parcialmente recubierta por dieciséis hileras de granito rosado procedente de las canteras de Asuán.
Con el paso de los siglos, la pirámide perdió parte de este revestimiento pétrero, algo que pretende subsanar el nuevo proyecto de Waziri, quien, al frente de una misión egipcio-japonesa, pretende devolver a la pirámide su aspecto original, revistiéndola de nuevo con estas hileras desaparecidas de bloques de granito.
«Alicatar» la pirámide
En un comunicado emitido por el propio Waziri, este ha declarado con evidente entusiasmo que «esta renovación durará tres años y será un regalo de Egipto al mundo en el siglo XXI. Esta iniciativa permitirá ver, por primera vez, la pirámide de Micerino tal y como fue construida por los antiguos egipcios hace casi 4.500 años”. Pero no todo el mundo está de acuerdo con él.
Nada más conocerse la noticia, las redes estallaron con todo tipo de comentarios, la mayoría de ellos críticos con Waziri y su proyecto, como los de la egiptóloga egipcia Mónica Hanna.
Nada más conocerse la noticia, las redes estallaron con todo tipo de comentarios, la mayoría de ellos críticos con Waziri.
Asimismo, internautas de todo el mundo han ironizado con comentarios acerca del proyecto. Uno de ellos dice: «¿Para cuándo el proyecto de enderezamiento de la torre de Pisa?», o «más que baldosas, ¿por qué no poner papel pintado en las pirámides?», pregunta otro con evidente sarcasmo. Sea como fuere, la polémica está servida y el debate sobre el controvertido tema de cómo deben restaurarse los monumentos históricos, y hasta qué punto, parece que dista mucho de haber terminado.
Fuente (para controlar el refrito): https://historia.nationalgeographic.com.es/a/polemico-proyecto-restauracion-piramide-micerino_20779