La era vikinga ha sido, sin duda, uno de los periodos históricos que han generado mayor curiosidad debido principalmente a la trascendencia de su legado al mundo. Los acontecimientos, mitos y leyendas de estos pueblos que habitaron Escandinavia durante la Edad Media siguen siendo objeto de estudio por parte de investigadores especializados que desean entender en profundidad sus costumbres y estilo de vida.
En este sentido, un reciente estudio de la Universidad de Cardiff, que ha sido publicado en la revista Science Advances, ha realizado hallazgos que demostrarían que en este contexto histórico, muchos caballos fueron transportados en barcos desde Escandinavia hacia otras partes del mundo con el fin de ser sacrificados en rituales funerarios.
UNA AMPLIA RED COMERCIAL
Al encontrar yacimientos con restos de caballos que habían sido enterrados en la antigüedad lo más normal sería asumir, en un principio, que estos animales eran de la propia región. No obstante, estas investigaciones han demostrado que el origen de los sementales desenterrados en Rusia y Lituania era en realidad otros territorios más al norte del continente, como Suecia o Finlandia.
Este descubrimiento ha provocado distintas preguntas, algunas de las cuales han podido encontrar respuesta en el mismo estudio: ¿Por qué se adquirían caballos extranjeros de zonas tan lejanas? ¿Cómo llegaron a conectar los pueblos vikingos con el imperio árabe o bizantino que entonces ocupaban aquellas zonas? Al fin y al cabo, más de 1.000 kilómetros de distancia a través del Mar Báltico separan los territorios norteños de aquellos ubicados en zonas algo más centrales del continente Europeo.
Para averiguarlo, los científicos utilizaron una sorprendente técnica conocida como análisis de isótopos de estroncio, que permite conocer la firma química almacenada en el esmalte de los dientes de este animal. Dado que cada territorio tiene su propia composición proporcionada por las condiciones específicas del suelo, el agua y la flora local, este análisis ha permitido reconocer el lugar de procedencia de estos caballos incluso varios siglos más tarde, y también determinar que estos fueron transportados a través del mar.


Dentadura caballo sacrificios rituales
Los científicos han analizado la dentadura de 74 caballos en busca de detalles genéticos que permitan trazar su origen y movimientos.
Universidad de Cardiff
Este proceso se ha llevado a cabo con muestras de más de 70 especímenes obtenidos de 9 cementerios distintos, y que mostraban signos de sacrificio ritual, una característica que señala las costumbres funerarias de la Europa prehistórica pagana que se practicaban en la zona este del Báltico y que persistieron hasta el siglo XIV d.C.
La procedencia y clara importación de los caballos refuerza las teorías de una continua conexión basada en el comercio entre las comunidades vikingas cristianas y las tribus paganas del Báltico, a pesar de la cual su religión no sufrió cambios ni influencias.
distinción por prestigio, no por sexo
El análisis genético también ha revelado que los caballos sacrificados podían ser de cualquier sexo indistintamente, aunque en las muestras analizadas el 34% resultaron ser yeguas. Los expertos han concluido, por tanto, que el sexo del animal no era el principal factor determinante a la hora de escogerlos para rituales de sacrificio.
Sí que podría serlo, sin embargo, el prestigio del animal, un motivo que explicaría que se adquirieran ejemplares de otras zonas más lejanas de Europa en lugar de optar por sementales y yeguas locales.
Los yacimientos podían incluir uno o varios caballos, tanto completos como en partes, y colocados en distintas posiciones. La documentación histórica y científica demuestra que este tipo de rituales se llevaban a cabo de forma pública y que eran prácticas sangrientas donde se desollaba, descuartizaba o enterraba vivos a estos animales.