En el verano del año 70 d.C., las legiones romanas conquistaron Jerusalén y destruyeron la ciudad y el Templo de manera irreversible. En ese momento, Juliano, un centurión valeroso, se destacó entre los soldados en la acción, según Flavio Josefo en su obra Guerra de los judíos (VI 81-90). Josefo lo describe como el mejor combatiente en aquella cruenta batalla, hábil con las armas, físicamente fuerte y tenaz.
En medio del asedio a los muros de Jerusalén, Juliano observó a los romanos retroceder. Junto a Tito, el comandante romano e hijo del emperador Vespasiano, en la torre Antonia, Juliano dio un salto valiente para enfrentar a los judíos armados y logró que retrocedieran hacia el Templo interior, a pesar de su superioridad.
La multitud huyó en pánico, creyendo que la fuerza y audacia de Juliano eran inhumanas. A pesar de estar rodeado por los judíos dispersos, Juliano siguió enfrentándose a ellos y causando estragos. Sin embargo, un fatal resbalón llevó a su trágico final.
Los judíos lo rodearon y lo atacaron ferozmente con espadas y lanzas. Juliano defendió con valentía, hiriendo a varios de sus agresores. A pesar de sus esfuerzos, finalmente sucumbió después de una prolongada lucha contra la muerte y sin recibir ayuda, conmocionando al emperador al presenciar su fallecimiento desde la torre. Juliano cayó con orgullo y honor, tanto ante sus camaradas como ante sus enemigos.
Vivir para la guerra
En todo el Imperio, los aproximadamente 1.800 centuriones, como Juliano, eran enérgicos, valientes y despiadados, inspirando respeto a sus subordinados y temor a sus enemigos. Los centuriones eran los suboficiales de mayor rango en las legiones romanas de infantería.
Estos militares ascendían por méritos y antigüedad en la estructura de la legión, alcanzando el mando de una centuria de la I cohorte, la más prestigiosa. Algunos, como el primus pilus, recibían reconocimientos después de retirarse, evidenciando su importancia en el ejército.
Los centuriones iniciaban como soldados rasos y ascendían por méritos en la legión.
Por encima de los centuriones estaban los altos oficiales de la legión, liderados por el legado del emperador. La carrera de los centuriones podía incluir servir con los pretorianos o ser nombrados directamente por el emperador.
La graduación de los centuriones
Los centuriones contaban con asistentes como el optio, el signifer y el tesserarius. Por encima de ellos estaban los altos oficiales de la legión, mientras que el primus pilus era el centurión de mayor rango de la I cohorte, como líder de los primi ordines.
La información sobre los centuriones a menudo proviene de monumentos funerarios, como el caso de Tito Calidio Severo, cuya carrera militar se detalla en una tumba encontrada en Carnuntum. Desde jinete hasta centurión en la legión XV Apollinaris, Calidio Severo sirvió durante 34 años antes de fallecer.
La valentía de centuriones como Marco Casio Esceva en la batalla de Dirraquio se refleja en los relatos de César, destacando sus hazañas y recibiendo reconocimientos por su valor.
Pullo y Voreno
Las gestas de centuriones como Marco Casio Esceva moldearon la imagen heroica del centurión romano, que se refleja en personajes como Lucio Voreno y Tito Pullo en la serie Roma. Estos dos centuriones compitieron por ascensos en la guerra de las Galias al lado de César, demostrando valentía y liderazgo.
Las historias de centuriones como Esceva y Pullo continúan cautivando, destacando su coraje y determinación en batallas y misiones especiales durante la época romana.
Misiones especiales
Además de su papel en las batallas, los centuriones llevaban a cabo misiones especiales por mandato del emperador, como llevar prisioneros importantes hasta Roma o realizar labores de espionaje y inteligencia militar entre las tropas.
Los centuriones también se encargaban de administrar justicia, organizar ciudades conquistadas y realizar misiones especiales fuera del campo de batalla, demostrando su polifacética importancia en la estructura militar romana.
Estas historias de valentía y determinación de los centuriones romanos continúan resonando en la actualidad, destacando su vital papel en la historia militar.
Fuente (para controlar el refrito): https://historia.nationalgeographic.com.es/a/centuriones-heroes-legiones-roma_12282