La falta de comunidad en la crianza de los hijos ha tenido un impacto negativo en la sociedad, especialmente en la salud física y mental de los padres. La crianza compartida entre la familia nuclear y extensa solía hacerla más llevadera.
La crianza de hijos difíciles puede ser un desafío, ya que la sociedad exige a las mujeres estar presentes en el cuidado de los demás sin dejar de rendir como antes. Aunque cada vez más padres se implican en la crianza, la coparentalidad puede ser agotadora.
La maternidad y paternidad están idealizadas socialmente, lo que lleva a muchos padres a sentir estrés, frustración y soledad al no poder cumplir con todas las demandas de crianza. Es importante comprender las causas del comportamiento desafiante de los niños.
Es esencial tener en cuenta el momento evolutivo del niño para comprender sus necesidades. A veces, las altas demandas de un niño pueden estar relacionadas con características individuales o el estado físico y mental de los adultos a cargo.
Estrategias para afrontar la crianza de un niño difícil
Comprender el entorno familiar y las necesidades del niño es fundamental. Transmitir amor incondicional, regular las emociones, ser congruente en el mensaje, establecer límites claros, facilitar la comunicación, atender las propias necesidades y pedir ayuda son estrategias útiles.