En la filosofía griega antigua se puede afirmar que algunas cosas son más y otras son menos. Solo lo que es plenamente merece ser considerado como una cosa completa y no como un proyecto o un fragmento de algo más.
En griego, la frase «A es» tiene un significado propio, mientras que en las lenguas modernas sería gramaticalmente incorrecta, ya que necesitamos un atributo para completar la oración.
El verbo «ser» en griego es una cópula pura, mientras que en las lenguas modernas se ha vuelto más complejo. Otros verbos griegos tienen una semántica amplia pero concreta que implica manifestación, fuerza y vida.
En la filosofía griega, ser implica un desarrollo y una realización final que permite identificar algo como una cosa completa, como una mesa que cumple su función definitoria.
Los conceptos cumbre de la Metafísica
Según Aristóteles, algo no es una mesa hasta que ha conquistado su forma y puede cumplir su actividad definitoria. Lo mismo se aplica a otros objetos y su función específica.
Para los griegos, lo bello y lo bueno son equivalentes ontológicamente, no estéticamente. Aristóteles analiza los supuestos contenidos en la lengua griega para comprender la naturaleza de las cosas.
Monstruos y disciplinas
En la concepción griega, los monstruos representan una violación de las categorías básicas y las distinciones fundamentales. Son irregulares e inclasificables.
Los monstruos desafían las normas de conducta y comportamiento humanos, lo que los convierte en elementos disruptivos en la sociedad griega.
La Teogonía de Hesíodo contiene una lista de seres prodigiosos que desafían las leyes naturales y sociales establecidas.
Los monstruos son vistos como entidades desordenadas e indefinidas que no cumplen ninguna función específica, lo que los convierte en anti-entes en la filosofía griega.
La teleología natural de Aristóteles y su enfoque en la finalidad de las cosas contrasta con nuestra idea moderna de crecimiento y desarrollo continuo como algo positivo.
Grecia y su lengua representan una visión filosófica distinta y remota, con conceptos como belleza y perfección teniendo un significado ontológico profundo.
Aida Míguez Barciela, Profesora de Filosofía, Universidad de Zaragoza
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.