Un increíble hallazgo en la residencia de Hernán Cortés

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Construido en la actual Cuernavaca, en el moderno estado de Morelos, al sur de la antigua capital azteca, Tenochtitlán, el conocido como Palacio de Hernán Cortés fue erigido por el conquistador extremeño sobre un antiguo asentamiento prehispánico de la tribu tlahuica, por entonces liderada por el cacique Yoatzin. Fue precisamente en este lugar donde nació su hijo, Martín Cortés, hacia 1522, fruto del segundo matrimonio de Cortés con la marquesa Juana de Zúñiga Arellano.

El edificio, que llegó a ser Cárcel Real a principios del siglo XIX y sede del Gobierno de la República en 1855, conserva una destacada colección de restos arqueológicos, históricos y artísticos, como un mural pintado por el artista mexicano Diego Rivera en el que se cuenta la historia del estado de Morelos. Pero eso no es todo. Justo a la entrada a una de las edificaciones más antiguas construidas en el siglo XVI, se puede contemplar una curiosa tumba a través del cristal de una vitrina.

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Una identificación incorrecta

Tradicionalmente se ha afirmado que los restos que podían observarse en el interior de aquella tumba pertenecían a un monje franciscano llamado Juan de Leyva, que estuvo al servicio de la marquesa doña Juana de Zúñiga de Arellano. Sin embargo, por la posición en la que fue depositado el cuerpo, los investigadores han planteado que estos restos podrían corresponder en realidad a un entierro indígena.

Ahora, un nuevo estudio realizado por investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha sacado a la luz una historia totalmente diferente respecto a este singular entierro. Y es que, según los investigadores,los huesos hasta ahora atribuidos a Juan de Leyva son los de una mujer tlahuica.

Tradicionalmente se ha afirmado que aquellos restos eran los de un monje franciscano llamado Juan de Leyva, que sirvió a la Marquesa doña Juana de Zúñiga.

Palacio de Hernán Cortés construido en Cuernavaca, México.

Palacio de Hernán Cortés construido en Cuernavaca, México.

Palacio de Hernán Cortés construido en Cuernavaca, México.

INAH

Excavado originalmente en 1971, el enterramiento se dejó en su sitio original (junto a una puerta del siglo XVI) y se acompañó deuna etiqueta que indicaba que la persona, probablemente un monje franciscano del siglo XVI llamado Juan Leyva,fue enterrada junto a la puerta de la antigua casa. Los arqueólogos que estudiaron los huesos entonces también observaron algunos problemas con las vértebras del cuello, lo que concordaba con las múltiples penitencias que, según las fuentes, habría practicado el monje durante su vida.

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Orígenes indígenas

Fue durante las obras de renovación del palacio a raíz de un violento terremoto sucedido en 2017, cuando los antropólogos Pablo Neptalí Monterroso Rivas e Isabel Bertha Garza Gómez analizaron los supuestos restos de Juan de Leyva porque les resultaba extraño «el hecho de que aun clérigo lo hubieran enterrado fuera de su comunidad y de manera muy distinta a los cánones que marcaban la iglesia católica de la época».

Los trabajos de restauración del palacio se completaron a principios de 2023, y durante ese tiempo los investigadores realizaron un extenso inventario de todos los objetos, incluyendo el entierro localizado en el interior del palacio.

Fue durante las obras de renovación del palacio a raíz del violento terremoto de 2017, cuando los antropólogos analizaron los supuestos restos del clérigo.

Foto tomada en la década de 1970, durante las primeras investigaciones sobre el supuesto entierro de un monle del siglo XVI.

Foto tomada en la década de 1970, durante las primeras investigaciones sobre el supuesto entierro de un monle del siglo XVI.

Foto tomada en la década de 1970, durante las primeras investigaciones sobre el supuesto entierro de un monle del siglo XVI.

INAH

En un comunicado emitido por el INAH, los investigadores confirman finalmente que la tumba «está más relacionada con un entierro prehispánico, que bien podría pertenecer a la época de contacto o anterior, puesto que se trata de un enterramiento primario, directo e individual, con un espacio de inhumación rellenado y recubierto por grandes rocas; la posición se observó en decúbito lateral sobre el costado izquierdo, con las extremidades flexionadas hacia la región torácica», explican.

La mujer fue enterrada en posición fetal y tenia evidencias que aplanamiento craneal.

La mujer fue enterrada en posición fetal y tenia evidencias que aplanamiento craneal.

La mujer fue enterrada en posición fetal y presentaba evidencias de aplanamiento craneal.

INAH

Los análisis han revelado que se trata de una sepultura datada entre los años 1450 y 1500, y los análisis realizados por Monterroso y Garza a los restos óseos confirmarían que tanto el cráneo como la pelvis sugieren, en efecto, que la persona era una mujer de entre 30 y 40 años y de 1,47 metros de altura.

Durante el análisis, los investigadores no observaron enfermedades en este esqueleto, aunque sí evidenciaron cierto aplanamiento de la parte posterior de la cabeza debido a la práctica habitual de modificación craneal. Finalmente afirman que el enterramiento en posición fetal y el cráneo aplanado evidencian, sin ningún género de dudas, el origen indígena de la mujer enterrada en el Palacio de Hernán Cortés.


Fuente (para controlar el refrito): https://historia.nationalgeographic.com.es/a/quien-fue-enterrado-palacio-hernan-cortes_20775

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