Ana, de 23 años, gastó 400 euros para asistir al concierto de Taylor Swift en el Santiago Bernabéu. A pesar de considerar el evento como el más importante de su vida, después de la experiencia no recuerda nada. Sara, que viajó desde Sevilla para el concierto, también se siente como si tuviera amnesia y no puede recordar si Taylor cantó ‘Fearless’.
Muchos ‘swifties’ han expresado en redes sociales su falta de recuerdos después del concierto. Este fenómeno, conocido como ‘amnesia post-concierto’, se debe a la emoción desmedida de los fanáticos al ver a su artista favorito, lo que sobrepasa la capacidad del cerebro para procesar la información y lo interpreta como estrés.
La psicóloga Amaya González explica que el estrés es un mecanismo adaptativo que nos permite sobrevivir, pero no diferencia entre momentos positivos y negativos. La preparación para el concierto durante meses y la sobrecarga de estímulos visuales y auditivos durante el espectáculo contribuyen al estrés prolongado en el tiempo, agotando las reservas del cerebro.
Para que la experiencia quede almacenada en la memoria, es importante priorizar el contacto con el momento en sí y no solo centrarse en grabar videos o tomar fotos. Escuchar el ‘setlist’ del concierto puede ayudar a activar los recuerdos vinculados a la música.
La psicóloga aconseja tener paciencia y darle tiempo al cerebro para procesar lo vivido. La memoria es selectiva y no registra todo como una cámara de video, por lo que es normal tener ‘blancos’ en la memoria después de un concierto. Con el tiempo, los recuerdos suelen volver con claridad.