Existe la posibilidad de una nueva pandemia mundial en el horizonte, y el virus H5N1 de la gripe aviar parece ser el principal candidato. En los últimos 2 años, ha infectado a más de 600,000 aves silvestres de 400 especies diferentes, y se han sacrificado al menos 450 millones de aves de corral para intentar detener su propagación. Este patógeno ya está presente en todos los continentes, incluida la Antártida.
Con la intensa circulación del virus, el riesgo de que se transmita a los humanos es cada vez mayor. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que la propagación del virus H5N1 a especies más allá de las aves, incluidos mamíferos y humanos, es preocupante y requiere una vigilancia cercana. «Pienso que es una enorme preocupación», afirmó el científico jefe de la OMS, Jeremy Farrar, en una reunión con periodistas.
Los científicos están especialmente preocupados por la posibilidad de que el virus H5N1, con una tasa de mortalidad extremadamente alta entre las personas infectadas por contacto con animales, se esté adaptando para transmitirse entre humanos. Desde 2003 hasta el 1 de abril pasado, se han reportado un total de 889 casos humanos y 463 muertes en todo el mundo, lo que indica una tasa de mortalidad del 52 %. Hasta el momento, no se ha registrado ninguna transmisión del virus entre humanos.
Según la OMS, la cepa altamente patógena de gripe aviar H5N1 se ha convertido en una «pandemia zoonótica animal global». Farrar advierte que la preocupación radica en que al infectar a patos, pollos y cada vez más mamíferos, el virus podría evolucionar y adquirir la capacidad de transmitirse de humano a humano.
Ante esta evolución, Farrar destaca la importancia de determinar cuántas infecciones humanas con el virus H5N1 pasan desapercibidas, ya que en esta situación se enfrenta el mayor riesgo de mutación del virus. Las mutaciones siempre son motivo de preocupación, ya que en medio de esos cambios el virus podría adaptarse mejor al ser humano y su transmisión entre personas sería más sencilla.
Recientemente, la OMS confirmó un caso humano de gripe aviar H5N1 en Texas (Estados Unidos), donde un hombre resultó infectado por vacas supuestamente contaminadas, aunque en este caso los síntomas fueron leves. Este fue el segundo caso de infección en humanos reportado en EE. UU. y el cuarto en el continente americano, con el caso más reciente ocurrido en Chile en marzo de 2023.
Este fue el primer caso en el que se sospecha que la persona fue contaminada por un mamífero, ya que los casos anteriores de exposición a mamíferos infectados correspondían a otros subtipos de gripe aviar. En la Antártida también se registraron aves muertas infectadas con la variante H5N1, lo que generó preocupación entre los grupos de conservación y ambientales.
Actualmente, el 75 % de las enfermedades infecciosas emergentes y el 60 % de las enfermedades conocidas tienen un origen zoonótico.