En marzo, un incendio forestal en los montes de Pieria, en la Grecia central, sorprendió a las autoridades griegas. A pesar de que la nieve suele cubrir las altas montañas de la zona en esta época del año, las llamas alcanzaron los 2.000 metros de altitud y destruyeron más de mil hectáreas de bosque. La situación se ha visto agravada por el invierno más caluroso en la historia de Grecia, lo que ha adelantado la temporada de incendios forestales. El aumento de las temperaturas, tanto en el mar como en tierra, ha provocado un incremento en la frecuencia de estos desastres naturales. Europa es el continente que se calienta más rápido y Grecia se enfrenta a una alerta de sequía debido a la falta de lluvias en invierno.
Los incendios forestales en Grecia han aumentado en los últimos años, y el cambio climático está acelerando este fenómeno. Ante esta situación, el cuerpo de bomberos griego ha creado una brigada de élite equipada con los últimos avances científicos y tecnológicos para combatir los incendios. Con la ayuda de un programa financiado por la Unión Europea, Grecia está mejorando su capacidad de respuesta ante estos desastres naturales. Sin embargo, el programa no estará operativo hasta el próximo año, por lo que las autoridades griegas se preparan para una temporada complicada.
Las nuevas medidas incluyen la creación de cortafuegos, poda intensiva en áreas de alta tensión y limpieza de bosques. El ministro de Crisis Climática y Protección Civil ha pedido la colaboración de la población para prevenir incendios y ha endurecido las penas para aquellos que provoquen incendios intencionadamente. En 2023, los incendios forestales devastaron cerca de 2 mil kilómetros cuadrados en Grecia, causando pérdidas humanas y materiales significativas.