Ismael Sierra se quedó a una centésima en Selectividad de poder cumplir su sueño. Su interés por las Matemáticas se despertó en sexto de Primaria cuando su padre le enseñó a resolver una ecuación de primer grado. Descubrió Estalmat a través de su tía, un programa de estímulo matemático organizado por la Real Academia de Ciencias Exactas. Años más tarde, ganó la Olimpiada Matemática Nacional durante tres años consecutivos y obtuvo la medalla de bronce en la internacional de Tailandia en 2015. Todo parecía indicar que podría cursar Matemáticas en la Universidad Complutense de Madrid, pero la nota de corte lo dejó sin opciones.
Sin embargo, su talento no pasó desapercibido en la Universidad de Cambridge (Reino Unido), donde se licenció y doctoró. Actualmente ejerce como profesor y realiza un postdoctorado en la Universidad de Toronto. Ismael inició este proceso antes de terminar Bachillerato y gracias a ello pudo desarrollar todo su potencial en el ámbito de las Matemáticas.
En España, más del 50% de los jóvenes olímpicos de Matemáticas se encuentran en una situación similar. A pesar de dedicar gran parte de su adolescencia al estudio de esta disciplina, se enfrentan a una nota de corte elevada en Selectividad que les impide acceder a la carrera en el país.
Rubén Carpenter, otro joven olímpico, logró el mejor resultado individual en los últimos 41 años del concurso. Fue aceptado en la Universidad de Yale, donde actualmente estudia con una beca completa. Aunque echa en falta la comunidad de amigos que formó durante las olimpiadas, considera que su destino en Yale ha sido una oportunidad única.
Martín, medallista nacional en Matemáticas, es el único de su promoción que estudia en España. Considera que una nota no refleja el talento de un estudiante y critica la prueba de acceso a la universidad por ser injusta y poco personalizada. Él, al igual que Rubén y Ismael, abogan por cambios en el sistema de Selectividad para reservar plazas a los jóvenes con méritos en las olimpiadas.
La presidenta de la RSME, Eva Gallardo, destaca la necesidad de incluir una reserva de plazas de acceso universitario para los olímpicos y reconoce que la falta de recursos y el desinterés a corto plazo en invertir en Ciencia son los principales obstáculos para retener y atraer el talento científico en España.
La ‘fuga de cerebros matemáticos’, que ha llevado a más de 100.000 jóvenes españoles a buscar oportunidades en el extranjero, se debe también a la escasa oferta de trabajo, la inestabilidad laboral y los bajos sueldos en el país. Para revertir esta situación, es necesario que el Gobierno apueste por reconocer los logros académicos y atraer la excelencia que se está perdiendo.