Ella, consciente de su inminente muerte, encontró tranquilidad en el castillo que había alquilado.

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Francisco Correoso, de 48 años, trabaja en un parque eólico en Higueruela (Albacete). El ciclismo ha sido su salvación, ya que la medicina no pudo salvar a su hija, Carmen, quien falleció a causa de un tumor renal en septiembre de 2017. A pesar de los esfuerzos por sanarla, Carmen sabía que iba a morir y su último deseo fue ser una princesa Disney, lo cual le brindó felicidad en sus últimos días. En honor a su hija, Francisco se ha propuesto un nuevo reto: recorrer en bicicleta la distancia entre Finisterre y Higueruela para recaudar fondos y cumplir pequeños deseos. A través de donaciones a la Fundación Pequeño Deseo y la web www.migranodearena.org se puede colaborar con esta causa solidaria.

Para Francisco, Carmen sigue viva en su memoria y la bicicleta ha sido su refugio para lidiar con la pérdida. Su nuevo desafío es una forma de honrar a su hija y seguir ayudando a niños que lo están pasando mal. A pesar de la dureza del reto, Francisco se motiva recordando la fuerza y alegría de Carmen en los momentos difíciles.

La familia de Carmen realizó un último viaje juntos a Galicia antes de su enfermedad, y ahora Francisco cumple una cuenta pendiente al recorrer Finisterre con sus compañeros. Su motivación principal sigue siendo su hija, cuyo espíritu lo impulsa a cumplir cada desafío con determinación y amor.

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