El cardenal Sean Patrick O’Malley está actuando como mediador en medio de controversias relacionadas con abusos por parte de sacerdotes. Ha pedido a los jefes de los departamentos de la Curia vaticana que no utilicen mosaicos del sacerdote Marko Rupnik, quien está siendo investigado por denuncias de abusos a unas 25 mujeres adultas. Esta solicitud contradice las declaraciones de Paolo Ruffini, prefecto del Dicasterio para la Comunicación, quien defendió el uso de las obras de arte de Rupnik en el portal de noticias del Vaticano.
O’Malley instó a la prudencia pastoral y a evitar mostrar obras de arte que puedan exonerar o defender sutilmente a presuntos autores de abusos. Recordó la importancia de sensibilizarse y solidarizarse con las víctimas de abuso. El debate surge en torno a si las obras de un artista pueden separarse de sus delitos, como en el caso de Rupnik, acusado de abusos a lo largo de 30 años.
El Papa Francisco ha instado a ser sensibles y solidarios con las víctimas de abuso. O’Malley no ha pedido la retirada de las obras de Rupnik, pero ha enfatizado la importancia de considerar el impacto que pueden tener en las víctimas. Las obras de Rupnik se encuentran en varios lugares de España, como la catedral de la Almudena en Madrid y en instituciones religiosas en otras ciudades del país.
