En un pueblo emblemático en el Camino de Santiago, donde el flujo constante de peregrinos es una normalidad, los habitantes de Belorado en el norte de Burgos, cerca del límite con La Rioja, todavía se preguntan por qué están en el centro de la atención. Las clarisas de este convento histórico anunciaron repentinamente que se separaban de la Iglesia, rechazaban al Papa y seguían los principios del excomulgado José de Rojas, lo cual ha causado revuelo en la localidad.
En Belorado, la gente intenta comprender lo sucedido y muchos curiosos se acercan al muro que rodea el convento en busca de respuestas. Desde la Pía Unión de San Pablo Apóstol, varios sacerdotes han estado brindando apoyo espiritual a las monjas, destacando la sorpresa y desconcierto que han generado en la comunidad. La abadesa ha asegurado que todas las clarisas están contentas con la decisión, aunque una de las monjas mayores decidió abandonar el convento.
El pueblo de Belorado está desconcertado por esta ruptura, ya que históricamente la relación entre el convento y la comunidad era buena. Algunos creen que la presión del Arzobispado de Burgos y el ayuntamiento llevó a las monjas a tomar esta decisión radical. La incertidumbre persiste en el pueblo, donde la noticia ha sido tema de conversación en todos los rincones.
Una vecina expresó su preocupación por la posible venta del convento de Derio como motivo de la ruptura, mientras que otros señalan a la abadesa como responsable. A pesar de todo, las monjas se mantienen tranquilas pero preocupadas por la distorsión de los hechos. La entrada al convento permanece cerrada, generando desconcierto entre aquellos que solían disfrutar de la capilla y los chocolates que las monjas solían vender.
