Madrid se llena de pop con la palabra del Señor

Distrito
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La tarde avanzaba con el plomizo del Sahara, en silencio. El cielo estaba bajo, pero no caía ni una gota. En cuestiones de fe, el cielo suele respetar. A pesar de las bajas presiones, no había ni una gota que ver, lo que permitía a los cristianos disfrutar en la calma antes de las tormentas.

En el metro se veían algunas banderas vaticanas, y la atmósfera era de diversión. Manuel, un paseante, afirmaba de manera lacónica que «eso de los jóvenes» era «la palabra del Señor». Mercedes le daba un ‘patadín’ por si acaso estaba blasfemando.

La Cibeles mantenía su posición, y la gente preguntaba por los accesos debido a la credencial de prensa de otros eventos. Se preguntaban dónde y por qué, y la organización respondía rápidamente a esas cuestiones. La tarde en Madrid estaba marcada por cielos bajos y nubes de polvo. Antonio y Juan, jubilados, iban al Cuartel General del Ejército buscando el concierto. Madrid estaba llevando a su manera la calima para presentar al pueblo una Resurrección tardía en un sábado.

Se podían ver banderas vaticanas saliendo de los bolsos, ya que los artistas presentes eran de renombre: Modestia Aparte, Hakuna, Marilia, de Ella baila sola, y HTB Worship, entre otros. La organización se encargaba de manejar el tráfico madrileño con simpatía y eficacia. Ismael, con acento murciano, preguntaba por indicaciones mientras la Cibeles cumplía con su deber de regar el remanso que era la diosa cereal.

Un taxista, mientras tanto, preguntaba por la Copa del Rey, desviado por un municipal. A pesar de que la situación no era como las celebraciones del Madrid y del Atleti, desde la organización se distribuían chalecos y se intentaba organizar el tráfico madrileño. Merche, vallecana, del Atleti y fan de la Virgen María, comentaba que llevaban dos horas allí y ahora iban a rezar el rosario.

Merche hablaba sobre su fe y su devoción, mientras los niños corrían entre la Cibeles y el escenario. Jesús Romero y María Rodríguez, de Venezuela, admitían no saber de qué se trataba el evento, que era la Fiesta de la Resurrección. El Pulpo, a las 17:36, pedía aplausos y defendía que los cristianos tenían derecho a divertirse. El público aplaudía y el Pulpo pedía que se le escuchara en Barcelona, amenazando con poner a Álex Ubago. El Pulpo agradecía a la gente que no era de la Comunidad de Madrid y contaba los retuits, alcanzando los 6.000 en un minuto.

La Cibeles estaba seca, pero se estaba llenando de gente. El Pulpo defendía que los católicos no eran aburridos y pedía más participación. Sonaba reguetón y se vivía un ambiente festivo. El Pulpo agradecía al público y pedía una conga, que se formó en los cuatro puntos cardinales de Madrid. El Pulpo felicitaba a los jubilados y destacaba su importancia en la sociedad.

Hubo aplausos y se escuchaba el ‘Aleluya’. DJ Guillermhe, con un fondo de una Paloma, animaba al público con su música. Carteles de «Ha resucitado» decoraban el lugar, y Guillermhe emocionaba a la audiencia con la música de Puccini. Se proyectaban imágenes de la última JMJ y se homenajeaba al padre Javier Sánchez. A las siete en punto, el Papa Francisco recordaba que «sólo hay una cosa gratis: el amor». El Cardenal José Cobo felicitaba la Pascua y hablaba de esperanza para los cristianos.

El concierto continuaba con Estenez, seguido de un saludo ecuménico de HTB Worship. Nachter tomaba la palabra y la Cibeles se llenaba para ver a Hakuna y a Juan Peña. El cielo se volvía rojo y los corazones estaban en lo alto al final de la jornada.

Fuente (para controlar el refrito): https://www.abc.es/espana/madrid/palabra-senor-toma-cibeles-ritmo-pop-20240406190408-nt.html

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