Soledad era conocida por su sonrisa perenne y su carácter extrovertido, siempre dispuesta a ayudar a los demás. Madre de tres hijos, logró rehacer su vida junto a Jorge R. D., un policía local de Soto del Real, con quien tuvo un tercer hijo. La pareja, que estaba en trámites de separación, fue encontrada muerta en su chalé, en un aparente caso de feminicidio seguido de suicidio.
Soledad, de 65 años, había viajado recientemente a Londres para visitar a una de sus hijas, pero al regresar dejó de responder a los mensajes y llamadas. Fue su hija quien descubrió los cuerpos y alertó a las autoridades. Jorge, de 53 años, fue hallado muerto en una habitación con un disparo en la cabeza, junto a un arma larga. Las investigaciones apuntan a que él habría matado a Soledad y luego se quitó la vida. Ambos cuerpos fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal para practicar autopsias.
Soledad trabajaba en el Centro de Atención a Usuarios de la Universidad Autónoma de Madrid y aún no se había jubilado. Tenía una hija en Australia y otra en Londres, cuya vuelta a Europa podría haber influido en su decisión de seguir trabajando. Por otro lado, Jorge, que había sufrido una depresión tras un accidente de tráfico que lo apartó de su trabajo como policía local, era conocido en el vecindario por pasear al perro todas las noches.
Fuente (para controlar el refrito): https://www.abc.es/espana/madrid/crimen-silencioso-soledad-mujer-sonrisa-infinita-20240619202201-nt.html