Las cuatro demarcaciones hidrográficas en Andalucía tienen una capacidad para albergar alrededor de 12.000 hectómetros cúbicos de agua. Antes de la borrasca Nelson, apenas tenían 3.500 hectómetros cúbicos de agua, pero en poco más de una semana, las reservas se han disparado un 36%. Han acumulado más de 1.200 hectómetros cúbicos de agua, lo que representa cerca del 40% de su capacidad y está por encima del mismo periodo del año pasado.
Estos datos reducen la presión por la sequía y permiten afrontar con garantías el cierre del año hidrológico en Andalucía. En febrero se planteó que para mejorar la situación sería necesario una lluvia equivalente a 30 días continuos. El presidente andaluz, Juanma Moreno, ha anunciado la renuncia a algunas medidas ante esta mejora en las reservas.
Las cuencas del Guadalquivir, Guadalete-Barbate, Mediterránea y Tinto-Odiel-Piedras han tenido evoluciones diferentes. La cuenca del Guadalquivir ha mejorado significativamente, abasteciendo a una población de casi 4 millones de personas. La cuenca Guadalete-Barbate sigue siendo delicada, con un crecimiento insuficiente en sus reservas. La cuenca Mediterránea sigue en un 27% de capacidad, por debajo del mismo periodo del año anterior. La cuenca Tinto-Odiel-Piedras ha crecido en reservas y supera al mismo periodo del año anterior.
Estos datos justifican la prudencia mantenida por la Junta de Andalucía, que sigue adelante con las infraestructuras comprometidas en los decretos de sequía y en negociaciones con el Gobierno de España. La sequía es estructural, por lo que se mantienen los análisis para garantizar el suministro de agua en la región.
Fuente (para controlar el refrito): https://www.abc.es/espana/andalucia/reservas-agua-embalses-andaluces-crecen-ganan-1200-20240402065942-nts.html