Los eslovacos eligieron como presidente a Peter Pellegrini, aliado del Gobierno de Robert Fico, en la segunda vuelta de las elecciones. Pellegrini obtuvo el 55,02 % de los votos, mientras que su rival Ivan Korcok logró el 44,97 %. La participación fue del 60 %, superando el 52 % de la primera vuelta. Pellegrini sucederá a la actual presidenta Zuzana Caputova.
Antes de la votación, se consideraba que estos comicios serían un referendo sobre Fico. El Gobierno de Fico ha cambiado radicalmente la política exterior, dejando de suministrar armas a Ucrania y abogando por negociaciones con Rusia. Pellegrini logró movilizar el voto nacionalista y de la minoría étnica húngara.
El presidente electo prometió respetar el encuadre internacional del país y apoyar al Gobierno para cumplir su programa. El candidato perdedor, Ivan Korcok, expresó decepción por los resultados y criticó a Pellegrini por difundir mentiras y odio durante la campaña.
Korcok prometió actuar como contrapeso al Gobierno de Fico y criticó que el equipo de su rival haya «privatizado el patriotismo». Los comicios fueron considerados por Korcok como «decididos por el miedo».
Antes de la votación, se consideraba que estos comicios serían un referendo sobre Fico. El Gobierno de Fico ha cambiado radicalmente la política exterior, dejando de suministrar armas a Ucrania y abogando por negociaciones con Rusia. Pellegrini logró movilizar el voto nacionalista y de la minoría étnica húngara.
El presidente electo prometió respetar el encuadre internacional del país y apoyar al Gobierno para cumplir su programa. El candidato perdedor, Ivan Korcok, expresó decepción por los resultados y criticó a Pellegrini por difundir mentiras y odio durante la campaña.
Korcok prometió actuar como contrapeso al Gobierno de Fico y criticó que el equipo de su rival haya «privatizado el patriotismo». Los comicios fueron considerados por Korcok como «decididos por el miedo».