El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, afirmó: «Somos víctimas de una campaña de agresión desde Guyana, tristemente instrumentalizada en un plan violento contra Venezuela que busca desestabilizar la región». También señaló que este plan busca beneficiar a «una clase política a través de la explotación ilegal» del territorio, que tiene casi 160.000 kilómetros cuadrados ricos en petróleo, disponiendo de recursos naturales que no le corresponden.
El canciller agregó: «Todas las acciones de Venezuela han estado enmarcadas en la aplicación del derecho internacional, el Acuerdo de Ginebra firmado entre las partes en 1966 y la defensa de los derechos soberanos que nos corresponden».
Estas acusaciones surgen después de que la secretaria general de la Commonwealth, Patricia Scotland, instara a los Estados miembros a brindar apoyo a Guyana en medio de la controversia.
Scotland declaró: «Ofrezco mi apoyo continuo y el de la Commonwealth, de la que forma parte Guyana, para ayudar a resolver el asunto por medios pacíficos» sobre la crisis en la región del Esequibo, controlada por Georgetown pero reclamada por Caracas.
La secretaria general pidió al gobierno de Venezuela que «respete los principios del derecho internacional y gestione la disputa de manera que se garantice la paz y la estabilidad de la región del Caribe».
Estas declaraciones se producen después de que el presidente guyanés, Irfaan Ali, expresara su preocupación de que el próximo paso de Venezuela sea implementar su plan para tomar el control del Esequibo.
Venezuela aprobó recientemente la Ley Orgánica para la Defensa de la Guayana Esequiba, que respalda legalmente los planes de Caracas de anexionarse la zona en disputa.
La disputa entre Venezuela y Guyana por el Esequibo tiene casi dos siglos de antigüedad, pero se intensificó hace cinco años, cuando se descubrieron importantes yacimientos petroleros bajo sus aguas.