La ciudadanía israelí no se sorprendió por el ataque de Irán a Israel, ya que desde hace casi dos semanas sabían que este era una posibilidad. La tensa expectativa se convirtió en un estado de alerta, pero no en pánico.
Tras el fracaso del ataque de Irán por el alto porcentaje de interceptación de sus misiles y drones, la población en Israel siente alivio y orgullo nacional por la efectividad del sistema de defensas antiaéreas de las Fuerzas de Defensa de Israel.
Desde que la República Islámica de Irán amenazó con atacar Israel como venganza por un ataque anterior, los israelíes estaban preparados para la posibilidad de un ataque. El pueblo de Israel maniobró entre la alerta y la tranquilidad en su vida diaria.
Las conversaciones sobre la seguridad de un posible ataque directo de Irán eran comunes, y las decisiones diarias de las personas se veían influenciadas por esta expectativa. Aunque no hubo pánico generalizado, sí existía alerta y precaución.
En los supermercados se notaba un mayor aprovisionamiento de víveres ante la posibilidad de tener que permanecer en refugios durante días. El Frente de Retaguardia recomendó a la población aprovisionarse de elementos básicos para emergencias.
El cambio en las instrucciones de defensa civil generó expectativa en la población, que está atenta a las indicaciones oficiales. A pesar de la posibilidad de nuevos ataques, muchos israelíes sienten alivio por el éxito en neutralizar la amenaza del ataque iraní.
La sensación de orgullo por la efectividad de las defensas antiaéreas en la noche del ataque es evidente en Israel, a pesar de que la tensión y el peligro persisten. La respuesta israelí al ataque iraní será determinante en el futuro de esta situación.
