Las incógnitas de la fusión de Orange y MásMóvil: impacto en el nombre, precios y plantillas, requiere cautela

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La autorización de la fusión entre Orange y MásMóvil por parte de la Comisión Europea pone fin a dos largos años de espera desde la firma del acuerdo inicial, aunque no a las negociaciones entre los directivos de las empresas involucradas.

El grupo liderará el mercado español en número de clientes, lo que marca un hito histórico, ya que por primera vez, Telefónica no dominará el mercado, aunque mantendrá su posición en ingresos, televisión y beneficios. Con un valor de 18.600 millones de euros, el nuevo grupo tendrá más de 30 millones de líneas móviles y más de siete millones de líneas de banda ancha fija.

Sin embargo, durante este período, las empresas han seguido operando de manera independiente, por lo que la estrategia final de la compañía aún tiene muchos detalles pendientes de resolver.

LA NUEVA MARCA

Uno de los primeros desafíos es crucial para el futuro del grupo: el nombre y la marca de la nueva compañía, de la que MásMóvil y Orange se repartirán al 50% las acciones.

La joint venture servirá como paraguas para un grupo que surge con decenas de marcas. A las tres que tiene en cartera Orange (la propia Orange, Jazztel y Simyo) se suma la amplia oferta del grupo MásMóvil, que cuenta con operadores nacionales como Yoigo, MásMóvil, Virgin Telco y Pepephone, las marcas regionales adquiridas de Euskaltel y los operadores de prepago como Lycamobile, Lebara y Llamaya.

El operador, liderado por Meinrad Spenger, ya estaba considerando reducir algunas de sus marcas, especialmente en el prepago, y ahora podría optar por eliminar más enseñas, aunque la estrategia multimarca ha funcionado históricamente para los amarillos.

PRECIOS

Una de las incógnitas que más preocupa a los clientes de la compañía es si su cuota mensual variará. En el comunicado en el que se aprobó la fusión, Bruselas argumentó que, de no imponer cesiones a Digi, los precios podrían haber aumentado hasta un 10%.

Orange y MásMóvil han seguido hasta ahora estrategias distintas para los precios, que coinciden con lo que ha estado sucediendo en la mayoría de los operadores. La marca Orange ya anunció a sus clientes que aumentaría sus precios en abril, y es de esperar que continúe así, ya que es la enseña destinada a mantener al consumidor premium.

Por otro lado, MásMóvil ha sido el único de los cuatro operadores que no ha realizado subidas de precios en los últimos años, lo que había añadido presión sobre sus márgenes por el aumento de los costos de la deuda, un escenario que ahora tendrá que ser reevaluado después de la fusión.

AHORRO Y RECORTES?

La fusión generará unas sinergias de 450 millones anuales, según los cálculos presentados por la compañía. Durante todo el período previo a la autorización, los directivos han argumentado que estas se generarán por la mayor escala del grupo que permitirá, por ejemplo, obtener mejores precios y evitar gastos duplicados en la proyección de redes.

Sin embargo, ya en la última presentación de resultados, la consejera delegada de Orange, Christel Heydemann, reconoció que parte de los ahorros llegarán de la amortización de puestos directivos, algo lógico al unir dos compañías donde se duplican posiciones.

En este contexto, entre los sindicatos de las distintas empresas del grupo se ha pedido en reiteradas ocasiones que se garantice el empleo a las plantillas de las dos sociedades. El CEO de Orange España, y futuro director financiero de la joint venture, Ludovic Pech, aseguró en una rueda de prensa la semana pasada que «la operación se justifica por las sinergias industriales y no sobre posibilidades sobre el empleo».

Los EREs en el sector no son extraños, con Telefónica como último exponente, pero sí es cierto que MásMóvil ha ejecutado toda su estrategia de crecimiento sin recurrir a ellos.

DEMASIADAS ALIANZAS Y PROVEEDORES

Un aspecto donde se prevén recortes es el complejo mapa de proveedores y alianzas que se revela después de la fusión. Los operadores han estado subcontratando numerosas partes del negocio y creando nuevos servicios en alianza con aseguradoras y empresas de seguridad que ahora tendrán que integrar.

Algunos son más fáciles, ya que, por ejemplo, MásMóvil siempre ha tenido como gran socio financiero a Cetelem, marca de BNP Paribas, el banco francés que negocia con Orange la compra de Orange Bank en España, un proceso que se resolverá «pronto» según las palabras de Pech.

En otros casos, no es tan sencillo. Ambas empresas cuentan con distintas compañías aseguradoras para vender seguros de diverso tipo. Además, Orange cuenta con un importante call center propio, lo que puede llevar a MásMóvil a prescindir de alguna de sus subcontratas en este terreno.

EL FUTURO DE LA RED

A nivel empresarial, el enfoque de la nueva compañía está claro: reducir la deuda. La nueva empresa heredará los 6.000 millones de euros de pasivo de MásMóvil, así como una cantidad similar correspondiente al dividendo que se repartirán ambas partes para cerrar la operación al 50% (4.200 millones de euros para Orange y 1.650 millones de euros para los accionistas de MásMóvil).

Para lograrlo, la opción más recurrente en el sector es la venta de parte de la red de fibra óptica. MásMóvil ya ha vendido parte de sus infraestructuras al operador mayorista Onivia y a un grupo de inversores vascos, pero aún conserva otras redes y, además, ha recibido fondos públicos para desplegar fibra local.

Históricamente, las empresas francesas han sido reacias a no controlar completamente los activos, pero desde Francia se indica que Orange está considerando hacer lo propio en Francia, su mercado principal, donde ocupa un papel más estratégico (cabe recordar que el Estado francés es accionista de la compañía).

Para empezar a resolver estas incógnitas, habrá que esperar hasta marzo, cuando se espera que la operación se cierre y se presente al nuevo número 1 en clientes de España.

Fuente (para controlar el refrito): https://www.elmundo.es/economia/algoritmo/2024/02/21/65d4d8c7fdddff87088b45a5.html

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