En el laboratorio de robótica GRVC ubicado en la isla de la Cartuja (Sevilla), alrededor de setenta investigadores de diversas nacionalidades trabajan en el desarrollo de drones aéreos no tripulados más seguros, versátiles y silenciosos, inspirados en ocasiones por aves. Se enfocan también en cómo integrarlos en el espacio aéreo urbano y en el diseño de futuros «vertipuertos» (instalaciones para el despegue vertical y el aterrizaje de los drones). A la cabeza de este laboratorio se encuentra Aníbal Ollero, catedrático de Robótica con la mayor cantidad de publicaciones sobre drones a nivel mundial, quien ha sido designado como director técnico del futuro Centro de Innovación de Vehículos Aéreos Tripulados y Movilidad Area Urbana (CUAM) promovido por la Universidad de Sevilla, con respaldo financiero de la Junta de Andalucía, y que se espera que se materialice en los próximos meses en instalaciones del Parque Tecnológico Aeroespacial de Andalucía (Aerópolis) en La Rinconada.
Los drones ya se han convertido en herramientas cotidianas en la fotografía aérea, la inspección de grandes extensiones de terreno, la agricultura, la seguridad vial y la prevención de incendios. Sin embargo, su integración en el entorno urbano aún es limitada, principalmente debido a preocupaciones de seguridad, aspecto fundamental a abordar en los próximos años. Se estima que en la década de los 30 será común el uso de drones para la distribución de mercancías de última milla e incluso para el transporte de personas mediante vehículos autónomos, con o sin piloto.
La Universidad de Sevilla ha colaborado estrechamente con la industria aeronáutica y busca mantener su posición de liderazgo tecnológico en este emergente mercado de la navegación aérea no tripulada. Por ello, planteó la necesidad de establecer hace tres años el mencionado centro de innovación para seguir generando conocimiento y transferirlo a las empresas del sector, apoyándolas en un proceso de diversificación necesario ante la creciente demanda en torno a los drones. Asimismo, se busca retener y atraer talento capaz de desarrollar su carrera en el ámbito de la robótica.
Andalucía es actualmente la segunda región de España en el sector de drones, solo por detrás de Madrid, con 550 de los 3.000 operadores del país provenientes de esta comunidad. Según la Comisión Europea, en 20 años, el mercado de drones creará más de 100.000 empleos en la Unión Europea, con un impacto económico de 10 billones de euros.
Para lograr la plena integración de los drones en la sociedad, es necesario desarrollar tecnologías complementarias en tierra que permitan avanzar en la automatización del tráfico aéreo urbano. El CUAM, que contará con una variedad de laboratorios especializados, además de una base de operaciones y vuelos de prueba, tiene asignado un presupuesto total de 20 millones de euros, con una parte relevante proveniente del presupuesto de la Junta de Andalucía. Está proyectado que este centro impulsará la transferencia de conocimiento y la colaboración con empresas del sector.
Andalucía es un referente en la industria aeronáutica, con grandes infraestructuras y centros tecnológicos destacados que facilitan la transferencia de conocimiento empresarial. La región es el tercer polo aeroespacial de Europa, después de Toulouse y Hamburgo, con Sevilla y Cádiz como principales centros industriales. Este sector representa el 1,24% del PIB andaluz y el 39% de las exportaciones regionales.
Junto al nuevo CUAM, Andalucía alberga otros centros de innovación en el ámbito aeroespacial, como el Centro Avanzado de Tecnologías Aeroespaciales (CATEC) en La Rinconada, el Centro de Vuelos Experimentales con Aviones no Tripulados-ATLAS en Villacarrillo, y el proyecto CEUS en Moguer, entre otros. La región también será sede de la Agencia Espacial Española, conforme al acuerdo del Consejo de Ministros de 2022.
Fuente (para controlar el refrito): https://www.elmundo.es/economia/actualidad-economica/2024/02/26/65cb70d7e4d4d812688b45a3.html