Mohamed VI y sus consejeros se han propuesto hacer de su país una plataforma de producción de baterías y de automóviles como uno de los vectores de crecimiento económico de Marruecos. Y se aplica en el empeño con las empresas de su propiedad personal y familiar. Es un beneficiario potencial, además, de la creciente tensión entre el sector de automoción y elGobierno español, tras un nueva decepción para la industria el pasado martes. El Consejo de Ministros incumplió, una vez más, la promesa realizada en febrero por el propio Pedro Sánchez ante el presidente entonces de la patronal Anfac y CEO
Hazte Premium desde 1€ el primer mes
Aprovecha esta oferta por tiempo limitado y accede a todo el contenido web