La crisis en el campo europeo, incluida España, se debe a la tormenta perfecta que combina la sequía, los altos costos de producción, la competencia desleal de las importaciones de países terceros, el exceso de burocracia y las exigencias medioambientales de la Política Agraria Común (PAC). Esta asfixia ha impactado al sector agrícola, especialmente a los pequeños y medianos productores, quienes han salido a las calles para exigir soluciones.
La nueva PAC, en vigor entre 2023 y 2027, introduce los eco-regímenes que condicionan el 25% de las ayudas a prácticas beneficiosas para el medioambiente. A pesar de que en España el 75% de los productores implementó estas prácticas, las cuantías recibidas fueron menores de lo esperado. Ante esto, el sector ha manifestado su descontento y la falta de medidas concretas por parte del gobierno.
En Bruselas, se han presentado propuestas para reducir las cargas administrativas y flexibilizar ciertos requisitos de la PAC. Sin embargo, estas medidas no son suficientes para calmar el descontento del campo europeo.
El descontento también se ha manifestado en Alemania, Francia e Italia, con bloqueos de carreteras y protestas contra la política agrícola europea. Las protestas en Alemania han sido respaldadas por la ultraderecha y los agricultores italianos también han expresado su descontento con las políticas agrícolas de la UE.
La situación en Portugal, Países Bajos, Polonia, Rumanía y Grecia también es de descontento, con manifestaciones y bloqueos de carreteras llevados a cabo por agricultores en busca de soluciones a las dificultades que enfrentan.
En resumen, el descontento y las protestas se extienden por toda Europa debido a la crisis en el sector agrícola, y los agricultores exigen medidas concretas y soluciones inmediatas para enfrentar esta situación.
Fuente (para controlar el refrito): https://www.larazon.es/economia/burocracia-asfixia-ambiental-economica-han-herido-muerte-campo_2024020465bef032327cdd0001aab1b9.html