El Gobierno ha establecido que las centrales nucleares en España tienen una fecha límite para su cierre, a pesar de que la transición total hacia energías renovables no se ha completado. El VII Plan General de Residuos Radiactivos (PGRR) aprobado el 27 de diciembre incluye el cierre gradual de todas las centrales nucleares españolas entre 2027 y 2035. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, se mantiene firme en esta decisión y no tiene planes de extender la vida útil de las centrales a menos que sea necesario.
El desmantelamiento de las centrales nucleares comenzará con Almaraz, donde la Unidad I cerrará el 1 de noviembre de 2027, seguida por la Unidad II el 31 de octubre de 2028. A pesar de ser una de las centrales más eficientes y seguras del mundo, con una calificación de nivel 1, Almaraz solo tendrá una esperanza de vida de cuatro años. El director de la central, Rafael Campos, asegura que podrían operar por más tiempo si se realizan mejoras.
Almaraz ha generado una gran cantidad de electricidad desde su puesta en marcha en 1981, cubriendo una parte significativa de la demanda energética en España. A pesar de su importancia, el cierre de la central conlleva problemas económicos para la región de Extremadura. La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ha expresado su apoyo a la central debido a la preocupación por la pérdida de empleo y las repercusiones económicas.
Empleo y actividad
Almaraz emplea a unas 800 personas de forma permanente, llegando a 2.000 durante recargas de combustible. La central ha generado una cantidad considerable de electricidad a lo largo de los años, pero el problema de almacenamiento de residuos radiactivos sigue sin resolverse. El plan actual implica costos adicionales para las compañías eléctricas, que deberán mantener operativos los almacenes temporales por más tiempo.
