CCOO se reunirá este miércoles con Podemos para intentar avanzar en la búsqueda de un acuerdo político para sacar adelante la reforma del subsidio por desempleo, que el Gobierno tiene que aprobar antes del 20 de mayo para poder conseguir el cuarto desembolso de los fondos europeos en el periodo de prórroga que le ha concedido la Comisión Europea.
Podemos es el interlocutor adecuado para tratar de agilizar el proceso, ya que fue esta formación política la que tumbó en enero el decreto en el Congreso al considerar que el cambio propuesto para los mayores de 52 años que perciben el subsidio por desempleo suponía un recorte.
En concreto, este colectivo tenía derecho desde 2019, en que el primer Gobierno de Pedro Sánchez recuperó el subsidio que había sido eliminado con la reforma laboral de 2012, a cotizar a la Seguridad Social por un 125% de la base mínima de cotización -frente al 100% habitual- cuando pasaba de la prestación al subsidio por desempleo, al considerarse que se encontraban -por su edad- cerca de la jubilación y que la base mínima era muy baja para garantizarles una pensión pública suficiente.
Sin embargo, dado que en los últimos cinco años el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) ha subido un 54% y la base mínima se eleva en consonancia, el Ministerio de Trabajo creía que esa sobrecotización no era ya necesaria, ya que además la norma elevaba de forma generalizada la cuantía de todos los susbsidios, especialmente en los primeros meses de percibirlos.
Esta explicación, no obstante, no convenció a Podemos, que tumbó la norma, condenando a España a no poder percibir el cuarto desembolso de fondos (10.000 millones de euros) y a negociar una prórroga de dos meses con Bruselas.
Ahora, el Ministerio de Trabajo parece dispuesto a aceptar mantener esa sobrecotización para poder sacar adelante la norma, aunque quiere vincularla a cierto nivel de desempleo. Si la tasa de paro (general o la de algún tramo de edad) supera cierto nivel, lo que denotaría que esos parados van a tener más dificultades para reincorporarse al mercado laboral, entonces se aceptaría esa sobrecotización; mientras que si el nivel de paro es saludable podría ser inferior. Aunque esa es la idea, el Gobierno aún no ha puesto en la mesa de diálogo social una propuesta formal.
A quien más prisa le corre aprobar la norma es al Ejecutivo, pero el sindicato que lidera Unai Sordo ha tomado las riendas de la negociación con los grupos políticos para contribuir al asunto: «Tendremos mañana una reunión discreta, no va a estar en la agenda pública. Esperamos hacer un planteamiento sobre la base del decreto que decayó y contar las mejoras que el sindicato quiere introducir», ha señalado el secretario general de CCOO este martes.
Subida del IPREM
Pese a que este elemento es el más polémico de la reforma, los sindicatos también están presionando al Gobierno para que la norma lleve aparejado una mejora del IPREM, el indicador que se utiliza para calcular la cuantía de los subsidios. Esta debería haberse hecho en los Presupuestos que ahora no se presentarán, pero los sindicatos exigen un compromiso que también podría ser del agrado de Podemos a cambio de aprobar la norma.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha recogido el guante y ya ha anunciado que quiere elevar este indicador un 3%. Para CCOO resulta «insuficiente», ya que desde que se desligaron las alzas del IPREM de las que experimenta el Salario Mínimo, el primero ha sufrido una pérdida de poder adquisitivo del 40%. Por ello, piden al Ejecutivo un compromiso plurianual para que vaya subiendo progresivamente en los próximos años y recupere la pérdida de poder de compra que ha sufrido.