Según el Diccionario Panhispánico de Dudas, la palabra «bufé» proviene del francés ‘buffet’, que se puede traducir al castellano como ‘aparador’. Aunque sea un extranjerismo, los hispanoparlantes han asimilado la palabra y saben que un bufé ofrece comida ilimitada a un precio fijo. Los bufés más destacados son los de los desayunos de los hoteles.
La modalidad del «todo incluido» siempre nos impulsa a explorar y disfrutar cada plato disponible, especialmente en los desayunos de los hoteles, donde se mezclan indulgencias vacacionales y una selección tentadora de repostería que deleita el paladar.
La fiebre del todo incluido a menudo lleva a un desperdicio de comida en los bufés, lo cual plantea la pregunta sobre la rentabilidad de estos establecimientos. ¿Cómo logran sobrevivir ofreciendo servicios a glotones voraces como nosotros?
¿Cómo logran ser rentables?
Curiosos por esta cuestión, desde el portal especializado “The Hustle” analizaron los balances de 30 establecimientos en Estados Unidos que ofrecen servicios de “todo incluido”. Tras considerar diversas variables, llegaron a conclusiones sobre la rentabilidad de estos lugares.
1. Eficiencia en la gestión de personal
Los bufés son eficientes en la organización de su personal, ya que un pequeño equipo de chefs puede atender a una multitud. Un restaurante convencional podría atender a 25 clientes por hora con un chef, mientras que en un bufé, un chef puede preparar comida para 200 personas en el mismo tiempo.
2. Economías de escala
Los bufés se benefician de las economías de escala al comprar alimentos en grandes cantidades, lo que reduce los costos por porción y les permite ofrecer variedad a precios competitivos.
3. Estrategia de ubicación de platos
Colocar los platos más baratos al principio del bufé y los más caros al final es una táctica para maximizar ganancias, ya que los clientes tienden a llenarse con los primeros platos y consumir menos de los últimos.
4. Psicología de la percepción
Los bufés manipulan la percepción del cliente utilizando platos más pequeños para dar la sensación de mayor consumo, y utensilios de servir de diferentes tamaños para alimentos de distinto valor.

5. Juego de promedios
Las pérdidas por sobreconsumo se compensan con las ganancias de los subconsumidores y los comensales promedio, lo que permite a los bufés ser rentables a pesar de algunos clientes voraces.
6. Sanciones por desperdicio
Para evitar el desperdicio, algunos establecimientos han implementado medidas como cobrar extra por la comida que se desperdicia, estimando que entre el 5% y el 25% de los platos se desperdician.
7. Bebidas con sobrecoste
Los bufés aumentan sus ganancias vendiendo bebidas gaseosas y otros productos complementarios con un alto margen de beneficio, lo que contribuye a la rentabilidad del negocio.